Capítulo 18

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     Mandy sabia que Peter estaba en la fuente de Cupido. Necesitaba verlo. Iba a ser la última noche que iban a pasar solamente separados por unos pasos. Después, ella iba a estar casada y el demasiado ocupado en su vida.

El tiempo se había reducido a solo una noche, el final se aceleraba con cada manecilla del reloj. El juego había terminado y necesitaba jugar su última carta.

Necesitaba respirar por unos momentos. Y para ser sincera consigo misma: necesitaba estar con el. Aunque sea la última vez. Sabía que
después pagaría muy caro su debilidad, pero era su última oportunidad.

En ese macabro juego no iba a haber ganador, ni ganadora. Solo dos corazones rotos, separados por el dolor, el orgullo y la tenacidad.

El estaba ahí, sentado mirando las estrellas. Se volteo cuando sintió ruidos en la hierba.

La miro fascinado. Sintió como si mariposas se alojaran en su estomago. Su mano se movió instintivamente y se poso allí, en donde un mundo de sensaciones recorría su vientre. Vio
con los ojos llenos de lagriymas como la mano de el tapaba la suya. Se miraron a los ojos y a pesar de las miles de preguntas que brillaban en los ojos de el, no emitió ninguna. Y
mientras lágrimas resbalaban por las mejillas de ella, el la dejo sollozar y solamente la abrazo.

Sin palabras Mandy se levanto de su regazo y lo llevo de la mano al invernadero.

Se volvieron dos egoístas con un único fin: sentirse el uno al otro.
En silencio Peter desnudo a Mandy, con una paciencia infinita, como la noche. Beso cada parte de su cuerpo como la primera vez. Exploro su cuerpo a su placer. Fue como si el
tiempo se hubiese detenido en ese momento. Bebió el elixir de su cuerpo, aspiro ese perfume único y la llevo a un estadio que ella había olvidado.

Mandy cerró sus ojos y se dejo llevar, memorizo el cuerpo de su amante y suspiro de placer cuando sus labios encontraron ese pulso constante, detrás de su cuello. Sintió el
perfume concentrado en esa zona.

Fue como si los diez años de soledad que paso hubieran desaparecido. Dejando solo su regusto amargo.

Sintió los labios de el en sus pechos, ansiosos de su contacto. Lamio y mordió suavemente sus pezones. Siguió un camino de besos, como si su piel lo estuviera guiando.
Espero temblando como una niña.
El beso su cuerpo y aspiro su perfume íntimo. Con los labios exploro delicadamente sus húmedos pliegues, y con la lengua trazo círculos en su botón, seducido por su suavidad, e
invadió su cuerpo con sus labios. Se empapo de todos su gemidos. Sintió sus manos en sus hombros, retorciéndose de placer y siguió con su festín. La penetro con dos dedos que entraron con facilidad, y cuando sintió que se abandonaba al orgasmo dejo de besarla.

Ella grito de frustración y le agarro la cabeza guiándolo de nuevo, pero el tomo sus brazos con la mano libre y mientras le susurraba en el oído el movimiento de sus dedos fue aumentando.

Le susurro cosas dulces y a la vez excitantes. Y para cuando la beso ella sintió su sabor íntimo. Sintió como un cosquilleo recorría sus piernas, como su cuerpo se tensaba y nada mas existía que ese movimiento entre sus piernas. Suspiro de placer y vio la cabeza de el haciendo una fiesta con sus pechos, que acariciaba y besaba dulcemente.

El la beso lentamente en un beso tan ardiente y dulce que las barreras que ella había construido durante años se derribaron. Perdió todo vestigio de duda y vacilación. Acaricio avariciosa el cuerpo de el, perdiéndose en esas sensaciones ya olvidadas.

Lo beso con pasión. Beso todo su cuerpo y tomo entre sus manos su sexo. Lo recorrió de arriba a abajo con sus delicadas manos y sintió como la respiración de el se agitaba. Sonrió
y lo tomo en su boca. Disfruto cada gemido y sonrió satisfecha al sentir como jadeaba su nombre. Succiono una y otra vez llevándolo hasta el límite y luego dejaba de acariciarlo
mientras lo besaba.

La Reputación De Amanda ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora