Capítulo 5

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Estaba sentado detrás de un auto cuando el sonido de unos pasos acercándose peligrosamente me alertaron. Agaché mi cabeza, esperando que la oscuridad de la noche fuera mi aliada y me ocultara de posibles enemigos al acecho.

Estuve completamente seguro de que eran enemigos cuando, desde mi posición, fui capaz de ver cómo uno de los individuos que se acercaba, encendía su mano en un intenso brillo azul para iluminar la calle llena de escombros que llevaba hacia el pequeño grupo de niños sobrevivientes.

Sabía que la decisión más inteligente era quedarme quieto mientras esperaba los refuerzos, tal como lo habíamos planeado, pero NamJoon estaba tardando demasiado y no podía permitir que los "Faros" -como decidimos llamar en el refugio a esos monstruos- dieran un paso más.

La misión corría peligro. El grupo de niños que NamJoon había ido a rescatar a aquella casa semidestruída corría peligro, y yo no me iba a quedar de brazos cruzados a esperar que los encontraran.

Después de todo, era un milagro que los niños hubieran sobrevivido solos todos estos días, teniendo en cuenta el aspecto tan desolado y destruido de este barrio tan cercano al centro de la ciudad, en donde se habían concentrado la mayor cantidad de ataques.

Lamentablemente, dudaba que hubiera más sobrevivientes por aquí, pero alguien en las cercanías tuvo que haber dado aviso a los Faros que había un grupo de niños reunidos. ¿Por qué? Todavía no lo sabía, pero estaba comenzando a correr el rumor de que si les entregabas un grupo grande de personas -si eran niños, mejor- recibías alguna clase de recompensa. Por ahora quería creer que solo era eso; un simple rumor.

Por nuestra parte, tuvimos suerte de habernos cruzado en el camino con uno de los niños que nos guio hasta la casa, desesperado por ayudar a un pequeño herido y con urgente necesidad de atención médica.

Cuando los asesinos pasaron frente a mí conté tres pares de pies yendo directamente a la casa.

Tomé mi Walkie talkie y di aviso a NamJoon para que encontrara alguna salida antes que los Faros llegaran al lugar.

—No puedo salir aún.  El niño tiene un hueso roto, no puedo simplemente moverlo —respondió él.

—Se están acercando —susurré tratando de no entrar en pánico.
Justo en ese momento, un llanto de niño se escuchó desde la casa.

—Oh, no…

—¡Posición localizada! —exclamó uno de los Faros apuntando en dirección al escondite.

—¡Debes salir de allí ahora! —informé a NamJoon, y esta vez no me contuve en gritar.

—Necesito más tiempo.

—Te lo conseguiré.

Sobre mi cadáver iban a tocar a esos niños.

Apunté mi arma hasta que me convencí que iba a darle en el lugar correcto y... ¡pum! un agujero apareció en la cabeza del que iba guiando. El que hasta ese momento tenía la mano iluminada.

Quedaban dos. Dos que ahora también sabían mi ubicación.

Salí de detrás del auto y corrí hacia el lado contrario de donde estaba la casa, con el fin de otorgarle unos segundos más a NamJoon para poner a los niños a salvo.

Uno de los Faros me apuntó, su brazo ya se había transformado en espada, ansioso por cortarme en pedazos. El otro lo imitó.

Entonces comenzó la persecución.

Corrí hacia la izquierda tratando de llegar a algunas construcciones, intentando encontrar algún lugar menos expuesto. Me di la vuelta, y me di cuenta que sólo había un Faro siguiéndome. ¿Dónde se había metido el otro?

Irrupción en la tierra ➳ JungKook (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora