Capítulo 5

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Caminé hacia la clase de ciencia a la mañana siguiente, teníamos una doble clase, de la que yo sinceramente no tenía muchas ganas. Entré y Jack sonrió con esa sonrisa que constantemente llevaba en la cara. Le ignoré tomando mi asiento mirando directamente a la pizarra. 

-Buenos días.- Dijo desde mi lado. Me limité a ignorarle.

-Oh, ¿entonces vas a ignorarme ahora porque te hice admitir algo que no querías admitir?- Preguntó con aire de superioridad.

-Te estoy ignorando.- Respondí sin apartar mis ojos de la pizarra.

-Bien, me estás hablando justo ahora, por lo que parece que no estás haciéndolo muy bien, ¿sabes?- Soltó.

-¡Cállate!- Estallé.

-Ahora clase os voy a dar estas horas libres para que habléis del trabajo con vuestro compañero.- Dijo el señor Harris desde el final de la clase. Yo me quejé para mis adentros.

-Adivino que vas a estar pegada a mí durante los próximos 120 minutos caramelito.- Jack se inclinó y me susurró en el oído. Suspiré girándome hacia él.

-Acabemos con ésto cuando antes.- Dije sacando mi libreta.

-Así que ¿por qué me dejaste tirado anoche?- Preguntó Jack ignorando lo que acababa de decir.

-Me tenía que ir, mi madre me quería en casa.- Respondí encogiéndome de hombros.

-Creo que los dos sabemos que eso es mentira.- Dijo Jack levantando una ceja.

-No, no lo es. Además..¿por qué te iba a importar de todos modos?.- Le miré fijamente. Él rió para sí mismo.

-Solo admítelo. Te hago sentir nerviosa.- Dijo a la vez que deslizó su mano por la parte superior de mi pierna. Rápidamente la aparté de un golpe.

-Creo que náuseas sería la palabra más apropiada.- Dije con tono de asco.

-Eres ridículamente complicada, ¿sabes?- Sacudió su cabeza.

-Sé que probablemente no estés acostumbrado a que una chica te diga no, pero vas a tener que acostumbrarte a escucharlo de mi boca.-  Contesté.

-Eres dura de pelar, pero lo conseguiré.- Dijo recostándose en su silla. No hice caso a su comentario, volviendo al tema del trabajo.

-Te veo cuando acaben las clases.- Susurró Jack en mi oído antes de salir de la clase, haciendo que a mi espalda llegase un escalofrío, y no de los buenos.

Cuando acabó el día esperé a que Jack apareciese, pero no lo encontré. Lo busqué por todos lados y finalmente lo encontré de nuevo jugando un partido de tenis con la lengua de otra chica. Yo precisamente no estaba con el ánimo para comportarme de buenas maneras otra vez, por lo que caminé directamente hacia él y me lo llevé por la fuerza, sin dejarle terminar.

-¿Alguna vez te tomas un descanso?- Le pregunté con tono molesto.

-¿Lo haces tú?- Me preguntó enarcando una ceja.

-¿Yo el qué?- Dije parándome y colocando mis manos sobre mis caderas.

-Me refiero a que eres un poco aguafiestas.- Me contestó con una sonrisa engreída.

-Simplemente porque me importen otras cosas más que el sexo no significa que sea una aguafiestas.- Le indiqué.

-¿Entonces admites que piensas en el sexo?- Me dijo con una amplia sonrisa.

-¿Qué? Ugh cállate ya por favor.- Le supliqué volviendo andar de nuevo.-Vamos a mi casa hoy, no admito discusión.- Le exigí.

-Suena animado, me gusta.- Respondió siguiéndome.

Unpredictable |Jack Gilinsky|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora