Capítulo 6

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Yo no tenía coche, por lo que tuvimos que ir a mi casa en el de Jack. No hablamos mucho, solo para indicarle cuando girar y hacia donde. Finalmente llegamos a mi casa. Mi casa no era pequeña, aunque ni de cerca tan grande como la de Gilinsky.

-Vale..¿Vas a salir?- Me preguntó Jack. No me había percatado de que había estado allí sentada unos minutos mirando a la nada.

-Sí..Vamos.- Dije abriendo la puerta y saliendo del vehículo. Yo iba en cabeza y Jack me seguía detrás con las manos en los bolsillos. Esperaba que mis padres no hubiesen llegado a la casa todavía, pero debido a mi suerte sabía que estarían dentro. Entré en la cocina y allí estaba mi madre haciendo algo de comida.

-Hola cielo...- Comenzó, pero al momento se dio cuenta de que Jack también estaba allí. -Oh perdóname, no te había visto entrar.- Dijo rápidamente acercándose para agitar la mano de Jack. ¿Por qué me tenía que avergonzar siempre de esta manera?

-Encantado de conocerle, señora Devine.- Dijo él sacudiendo su mano con una franca sonrisa que, yo sinceramente, jamás le había visto.

Yo estaba allí parada prácticamente en estado de shock. ¿Tenía Jack algún hermano gemelo al que yo no conocía?. Jack Gilinsky, el chico malo de la escuela, estaba allí hablando con mi madre sobre recetas culinarias en el medio de mi cocina. Yo me encontraba aún alucinando cuando él paró finalmente de hablar con mi madre y nos dirigimos hacia mi cuarto escaleras arriba.

-No puedo creerlo...- Comencé.

-¿Qué?- Dijo con el rostro confuso.

-Nunca creí que fueras tan lame-culos como eres.- Dije a punto de estallar de risa.

-Cállate.. Simplemente soy bueno con los padres.- Aclaró un poco avergonzado.

-Lo que digas.- Dije abriendo el libro de texto. -Bien, tenemos que entregar esto en cinco semanas, por lo que debemos empezar ya con esto.- Expliqué.

-Sí, puedes empezar a hacerlo, yo me sentaré aquí y observaré.- Dijo enlazando sus manos tras su cabeza y reclinándose.

-No tiene gracia. Levántate y ayuda.- Dije tirándole hacia delante de su camiseta. Él lanzó un suspiro.

-¿Qué quieres que haga?

-Usar tu cerebro por primera vez, sé que para ti es difícil, pero intétalo.- Sugerí.

-Realmente me odias ¿verdad?- Dijo.

-No..no te odio, es solo que no estoy de acuerdo con tu..tu estilo de vida es la mejor forma de explicarlo.- Respondí.

-¿Te refieres a la cantidad de chicas con las que he estado?- Dijo con una sonrisita y yo asentí afirmándolo.

-Es simplemente la forma en la que me gusta hacer las cosas, y necesitaría a una chica verdaderamente increíble para hacerme cambiar de idea.- Dijo comenzando a escribir.

-Creo que tendría que ocurrir un milagro para que eso pasara.- Solté en voz baja. De repente llamaron a la puerta y apareció mi madre. 

-Jack, ¿te gustaría quedarte a cenar?- Preguntó ella.

-No..- Comencé, pero Jack me cortó.

-Me encantaría, gracias.- Dijo antes de girarse hacia mí con una sonrisa engreída, y mi madre nos dejó solos de nuevo.

-¿Por qué?- Fue todo lo que dije.

-¿Por qué no?- Dijo riendo con suficiencia. Puse mis ojos en blanco y me encaminé a la cocina.

Mi padre no había llegado aún casa del trabajo, por lo que en la cocina estábamos mi madre, mi hermana mayor Lexi, Jack, y yo en la mesa. Me senté y él se colocó justo a mi lado. 

-Bueno Jack, y tú.. ¿Dónde vives?- Preguntó mi madre, y ésta era mi señal para irme por las nubes. Solo volví a la realidad porque sentí una manos deslizándose sobre mi muslo. Di un grito ahogado fuertemente quitando su mano de un golpe.

-¿Todo bien?- Preguntó mi madre mirándome confusa.

-Sí, eh, todo perfecto.- Dije recomponiéndome. Jack rió para sí mismo mirando hacia abajo.

Cuando acabamos finalmente de comer, Jack habló.

-Muchísimas gracias por permitirme cenar aquí hoy, pero me tengo que ir yendo.

-Ningún problema, siempre que quieras Jack.- Dijo mi madre. Nos levantamos entonces los dos de la mesa. Yo le acompañé a la puerta, empujándole fuera al llegar.

-Eso no ha sido divertido.- Dije mientras él se tambaleaba para mantener el equilibrio.

-Yo creía que lo era.- Rió entre dientes.

-Eres un idiota.- Sacudí mi cabeza.

-Sé que realmente no lo piensas.- Respondió. Lo ignoré, parada allí incómodamente.  Jack se acercó poco a poco a mi cara, entrelazando nuestros dedos.

-Te pongo my nerviosa ¿verdad?.- Dijo debido a mi temblorosa respiración.

-No.- Mentí. Él soltó una de sus risitas antes de inclinarse más. Paró cuando estaba solo a unos milímetros de mis labios. 

-Buenas noches caramelito.- Dijo antes de alejarse. A medida que cada uno tomaba su camino, recobré mi respiración, casi temblando debido a la tensión creada dentro de mí.Entré en mi casa totalmente aturullada.

-¿Puedo hablar contigo un segundo?- Me preguntó mi hermana Lexi llevándome hacia la sala. -Mira, sé que piensas que Jack es un buen chico por la forma en la que él actúa con mamá, pero en realidad es un mujeriego, por lo que mantente alejada ¿vale?- Acabó.

-Ya sé lo que es, solo estamos haciendo un proyecto juntos, nada más.- Me encogí de hombros.

-Está bien, solo quería asegurarme de que él no te hacía su  ''proyecto''.- Dijo antes de irse.

Unpredictable |Jack Gilinsky|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora