"Tiempo después de la lucha contra Lord Shen, Los Maestros del kung fu y Po, el Guerrero Dragón, se ven enfrentados a la evolución de la oscuridad por el destructivo descubrimiento de la pólvora. Pero, un inevitable evento, da el punta pie inicial...
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Esa noche fue azotada nuevamente por una tormenta, no duraría demasiado, pero para quienes estaban en esa frágil choza, sería eterno. Esta crujía y a causa del viento y la nieve. Po no puede conciliar el sueño.
~ No puedo dormir—reclama sentándose. En eso, ve que Tigresa no está en su cama, en vez de eso, la encuentra frente a la salamandra tapada con una manta. Le daba la espalda a Po y él se intriga por saber la razón de no estar descansando como debería— ¿Tampoco puedes dormir? —Po mira hacia un rincón y ve que Su seng duerme profundamente sobre su ronquido—Al menos alguien sí logró pegar el ojo.
Tigresa gira su cabeza, pues Po ya logró captar su atención. Él se sienta junto a ella.
~ Me parece mentira lo que está sucediendo, Po—comenta ella y él la escucha—Después de veinte años, seguía pensando que ya no tenía una familia, y podía vivir con eso, pero ahora, me entero de que tengo un hermano pequeño...
~ ¿Y, Xué? Es tu hermana también...
Tigresa sabe que ya no tiene sentido ocultarle la verdad a Po, pues sabía casi todo de su pasado, así, que decide contarle su historia como la recuerda.
~ En realidad... Xué no es mi hermana biológica.
Po no puede evitar mostrarse sorprendido, aunque pudo muy en el fondo haberlo sospechado. Tigresa continua:
~ En una exploración a un país llamado Rusia, muy lejos al norte de China, Xué fue encontrada por mi padre cuando era una cachorra, fue la única sobreviviente de una horrible masacre a su pueblo natal por parte de los mongoles. La encontró acurrucada entre los cuerpos de sus padres... Dijo que era tan blanca, que se confundía con los copos de nieve, fue por eso, por lo que la llamó Xué. Regresó con ella, la adoptó y juró que la cuidaría, pues para él, siempre fue considerada como un regalo, y le dio un nuevo hogar... Luego, aparecí yo entre sus vidas y Xué sintió muchos celos, pues, tomé su lugar. Yo jugaba con mis padres todo el tiempo, en cambio a ella, la instruyeron como doncella. Se la pasó rodeada de sirvientes y maestros... Yo la adoraba, siempre buscaba estar cerca de ella, sobre todo cuando enfermaba, pero ella no se daba cuenta cuánto la amaba... Una noche, me levanté para ir a la alcoba de mis padres y escuché una conversación, hablaban de Xué, de su origen, de todo lo que acabo de decirte respecto a ella. Y fue cuando ella descubrió todo, porque me había seguido para meterme a la cama... Y desde ese momento, sus celos fueron demasiado lejos. Era distinta, más agresiva, sobre todo conmigo...
Unas lágrimas se asomaron en los ojos de Tigresa, más y más frecuentemente, al avanzar en su relato, su voz sonaba cada vez más quebradiza.
~ Un día, junto a este mismo río, recuerdo que los cerezos estaban muy florecidos. Xué me invitó a jugar por este mismo bosque, dijo que tomaríamos el té—Tigresa enjugó las lágrimas, pero salían más y más—...Debajo de un árbol, nos sentamos a jugar, ella me sirvió el té y bebí... Lo último que recuerdo es que estaba dentro de un barril, río abajo, estaba muy asustada, rasguñaba la madera, llamaba a Xué, le pedía ayuda... Me costó años aceptar que ella lo había hecho, y que no volvería a ver vivos a mis padres... Sobreviví, pero llena de ira... El resto, ya lo sabes.
