Capítulo V

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V

Eres un amor

A los diez minutos de haber interrumpido, Natalie había bajado las escaleras rápidamente, seguida por su tonto hermano. La chica estaba muy molesta, su mal humor se sentía hasta el lugar del comedor en donde Liam se encontraba haciendo su tarea, y hasta cierto punto, el menor sintió un poco de lástima, pero luego se le pasó. No podía sentir lástima por haberle arruinado la sesión de sexo a una chica que estaba metiéndose con Noel, el mismo idiota que decía estar enamorado de una chica que no era Natalie.

—Oye, lo lamento —se disculpó Noel en la entrada principal, apoyando la cabeza sobre la puerta, mientras Natalie le miraba enfadada, con los brazos cruzados.

—Seguro —respondió ella alzando las cejas, terriblemente molesta.

—Te lo compensaré luego —dijo el chico luego de sujetarle por la barbilla, plantando un beso muy rápido en los labios. Entonces le sonrió y casi en seguida cerró la puerta. No era necesario decir nada más, Noel sabía que Natalie no se negaría a lo que sea con lo que fuese a compensarla, además, esa sería una discusión para después, lo que le interesaba al mayor de los hermanos era comprar el silencio de Liam, porque pedirle de favor que guardara el secreto era imposible, ese bastardo sin gloria nunca haría algo así por él.

Debía de pensar en cómo sobornarlo; trataba de ponerse en su lugar para eso. "Si yo fuera el imbécil de Liam, ¿con qué me gustaría ser sobornado?", pensaba el mayor mientras caminaba desde la entrada de la casa hasta el comedor en donde se encontraba el rey de Roma. La única respuesta inmediata que le llegó a la mente fue dinero.

—Liam... —pero antes de poder continuar su hermano menor le alzó la mano para interrumpirlo con ese ademán, parecía estar muy concentrado en lo que estaba escribiendo, pero al Noel ver que su hermano presionaba tecla por tecla como si nunca hubiese usado una computadora antes, no pudo evitar interrumpirlo—. Liam, tenemos que hablar...

—¡No! —intervino el otro, parecía que era muy importante el poder plasmar sus ideas en la redacción, pero a Noel le importaba muy poco.

—Liam, no le digas nada a Mo...

—En un segundo te atiendo, mamón.

Noel suspiró fastidiado, se cruzó de brazos y esperó a que el imbécil terminara de escribir sus tontas ideas en un mísero párrafo que claramente no iba a terminar. Hasta mucho era que no estuviese copiando y pegando la información de una página de internet, así que Noel le daba algunos puntos por eso, pero no era ese el caso. El caso era poder sobornarlo y asegurarse de que su silencio había sido comprado, pero no podía hacer eso si el pedazo de imbécil no se dignaba a prestarle atención. ¿Y por qué? Porque en todos sus años estudiantiles, este parecía el mejor momento para hacer tarea. ¿Es que acaso no podía seguir pagándole a alguno de sus amigos para que hicieran sus ensayos e investigaciones?

O tal vez sólo estaba molestándolo, cómo siempre. Aunque ciertamente le molestaba más ver los trazos que tenía marcados en la mano con plumón permanente. ¿Qué significaban? ¿Acaso ya se había unido a alguna pandilla callejera? No le impresionaría, a Liam le encantaba buscarse problemas.

Pasados unos diez (eternos) segundos, Liam por fin dejó las teclas del aparato en paz y alzó el rostro para verle, como siempre, con ese semblante serio y fastidiado, como si su sola presencia le arruinase la vida. Al menos los dos sabían que el sentimiento era mutuo. El odio que se tenían era bastante evidente y eso nunca iba a cambiar.

—¿Qué se te ofrece, escoria rebelde? —preguntó Liam.

—¿Cuánto quieres para no decirle nada a Molly?

¡imbécil! [liam gallagher]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora