VIITe odio
Noel había bajado las escaleras, descalzo, con únicamente un par de calzoncillos tipo bermuda y una camiseta holgada en color gris que compró en Disneyland el año pasado cuando fue a California. Apenas eran las siete de la mañana y en cuanto el mayor de los hermanos se acercó al comedor, Liam (sin siquiera mirarlo más de tres segundos) tomó sus platos y los llevó a la cocina a medio terminar, era una lástima puesto que la comida estaba deliciosa. El plato con su desayuno lo dejó sobre la estufa y en menos de cinco segundos ya se había tomado lo que le quedaba de chocolate caliente para poder dejar la taza en el fregadero.
—Adiós, mami —dijo el menor acercándose a ella y dándole un beso en la mejilla. Cuando se encaminó hacia la sala de estar para tomar su mochila, golpeó el hombro de Noel con el propio, pero no se inmutó, casi como si no hubiera pasado. Siguió su camino, tomó la mochila y las llaves y, al salir, dio un portazo muy sonoro.
Noel bostezó entonces. Liam le tenía sin cuidado.
Para Peggy era muy extraño que su hijo menor actuara así, es decir, ya tenía tiempo que ese comportamiento no se repetía.
—¿Qué es el desayuno? —preguntó Noel.
—¿Se puede saber qué le hiciste a tu hermano? —preguntó la madre ignorando la pregunta anterior. No es que quisiera ignorarlo, es que Noel era capaz de ir a la cocina y averiguar por sí mismo qué había para esa hora del día, además había notado que el ambiente general de la casa se había tornado muy tenso últimamente. Liam muy raramente iba a explicar lo que sentía (si es que el pequeño consideraba que era innecesario) y Peggy respetaba eso, pero Noel era más descarado y más honesto, por eso preguntaba.
—¿Por qué supones que le hice algo? —cuestionó el joven. Su madre le hizo una mueca.
—Estas últimas dos semanas te ha estado evitando y cuando no puede, te mira mal y huye lo antes posible —explicó ella con obviedad. Peggy lo notaba, Noel lo notaba y Liam era consciente de lo que hacía, pero nadie había dicho algo hasta ahora—. ¿Sucedió algo entre ustedes?
—No que yo sepa... —dijo su hijo fingiendo demencia, porque sí sabía que era sobre Natalie (muy seguramente), y no estaba en posición de explicar las cosas. Entró a la cocina y comenzó a servirse el desayuno. Una vez lo tuvo todo listo se sentó en el mismo lugar que Liam estaba ocupando hace unos pocos segundos—. Ya sabes cómo es Liam, má.
Peggy no dijo nada más respecto al tema, prefirió conversar con su hijo mayor sobre otras cosas, como el trabajo, la chica misteriosa Natalie... Incluso le dio un pequeño sermón sobre lo que debería estar haciendo para conseguir trabajo y que no le iba a seguir dando el lujo de ser un mantenido. Debía conseguir un trabajo estable antes de cumplir dos años de desempleado. Noel escuchó atentamente y sintió unas enormes ganas de rodar los ojos con ese sermón, pero sabía que era jugar con fuego así que sólo asintió y sonrió, repitiéndose las sabias palabras del pingüino de una película animada para que todo terminase en paz.
"Bonito y gordito, Noel, bonito y gordito —pensó el joven."
[ ... ]
—¡Liam! —exclamó Molly desde el auto de sus padres con la ventana abierta, mientras unos mechones traviesos se le atravesaban por el rostro gracias al movimiento y el ligero rose del viento. El mencionado estaba apoyando la espalda contra el poste de una señal de "ALTO", esperando el autobús que pasaba por la escuela en su ruta diaria.
—¿Ah...? —dijo él alzando la vista y volteando a verla, en ese momento sonrió (si Molly hubiese puesto un poco más de atención se habría dado cuenta de que Gallagher estuvo a punto de sonrojarse)—. Ah, hola, niña.
ESTÁS LEYENDO
¡imbécil! [liam gallagher]
Fanfictionen donde molly no soporta a liam. liam gallagher||fluffy