08.

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•Orgullo.

Yoshida Noriko se asomó por la ventana de su salón en Teikō, observó cómo Hatsu perseguía a Kise, hace algunos días el modelo ya no asistía a las prácticas de básquetbol. O mejor dicho, la mayoría de la Generación de los Milagros no iba. Su amiga intentaba convencer a Kise que las prácticas eran necesarias, y el talento no siempre era lo que más influían en los juegos, y necesitaría sus entrenamientos que lo harían ser mejor para seguir ganando y no conocer la derrota. Yoshida suspiró amargamente, era triste recordar la amistad que todos ellos tenían hace un año atrás –cuando los conoció–, y ver lo fragmentado que estaba últimamente. Dentro de su campo de visión, pudo divisar una cabellera rosada corriendo, identifico de inmediato que era Momoi persiguiendo a Aomine.

«Momoi parece más su niñera que su amiga», pensó mientras se daba la vuelta para recoger sus cosas y cumplir con su castigo que le había impuesto el profesor de matemáticas en la mañana por quedarse dormida. La noche anterior se desveló viendo el anime "Marmalade boy", mucho drama para su cuerpo en muy poco tiempo.

Como persona curiosa que es Yoshida volvió a asomarse por la ventana, sacando la cabeza –para recibir un poco de aire–, nuevamente en su campo de visión entró una colorida cabellera que se dirigía al gimnasio. Supo de inmediato por el color verde que se trataba de Midorima, y que iba a entrenar. Aunque él no la observara, no pudo evitar poner una expresión de sorpresa, realmente pensaba que Midorima no asistiría a las prácticas como los demás miembros de la Generación de los Milagros.

«Quizás coincidamos cuando el termine su práctica y yo mi castigo», pensó a la vez que cerraba la ventana e iba a la sala de profesores rogando internamente que el castigo no sea tan difícil. Caminó por los pasillos hasta llegar a su destino, tocó la puerta y el profesor salió, tenía una expresión de aburrimiento. Yoshida no lo culpaba, apostaba que estaba igual o peor que la de él. Le pasó muchos afiches de admisión al equipo de básquetbol que debía poner en Teikō, además de limpiar la pizarra de su nivel.

Fue al último piso de la escuela para colocar los afiches, y de esa manera, terminar en el primer piso. Yoshida sacó su celular al finalizar ese nivel.

"Oye, sé que estás en la práctica y yo estoy en mi divertido castigo. ¿Te parece si nos vamos juntos al finalizar?", le envío ese mensaje a Midorima.

A pesar de que su primera impresión no fuera la mejor –tampoco las palabras que intercambiaron–, después de ver el partido, desarrollo un gran respeto hacia Midorima, y con el pasar del tiempo, formaron algo que casi se puede llamar amistad. Midorima no le respondió en un largo rato, de hecho, finalizó de poner los afiches y solo le quedaba limpiar las pizarras de todas las salas de su piso. Cuando empezó por el primer salón, su celular sonó.

"Quizás", le respondió a secas, Yoshida sonrió al leerlo, no tenía esperanzas de que él le escribiera, además, en su idioma significaba que igual se iría con ella. Así que no se preocupaba.

De a poco fue limpiando los pizarrones de los demás salones, Yoshida estimó que se demoraría en terminar y pasaría de la hora del fin de la práctica.

—¿Que hiciste ahora?

Escuchó cómo le hablaba Midorima a su espalda. A Yoshida solo le quedaba su salón para finalizar el castigo y sería una estudiante libre, pero con deberes por realizar en casa.

«Maldición, el complejo materno de Midorima vuelve a atacar».

Me quede dormida en clases de Matemáticas— respondió restándole importancia.

Ella no volteo a mirarlo porque seguía realizando su castigo. Midorima se acercó, tomando el borrador restante y colocándose al lado de Yoshida, para ayudarla.

Compatibilidad zodiacal || KUROKO NO BASKET ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora