04.

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•Agradar.

Yoshida Noriko caminaba enojada por los pasillos de Shūtoku, por hacerse de buena amiga y preocuparse por Matsu, había perdido su comida y estaba muerta de hambre. Solo quedaba unos quince minutos para entrar nuevamente a clases, era imposible ir hacia el comedor, intentar comprar algo –aparte no había traído dinero en ese momento–, comer tranquilamente como le gustaba y llegar a clases a tiempo. Así que solo se resignó a llegar a su salón, sentarse en su puesto, apoyar su cabeza en el pupitre y morir lentamente en las horas restantes de clase.

Un puesto más adelante que ella, estaba Midorima comiendo su almuerzo, el olor de esto, se había convertido en una tortura para la chica, quien no pudo evitar soltar gemidos de dolor mirando hacia la ventana.

—¿Podrías dejar de hacer...— detuvo su pregunta al voltear hacia su triste compañera—. Oye, ¿estás bien?

La chica solo dijo un "no", sin cambiar la posición con la que le encontró el peli-verde.

—¿Que pasó con Matsu-senpai?— se removió incómodo en su asiento.

—Piensa que estoy saliendo contigo— apenas se entendía lo qué decía—. Por cierto, si estabas reconsiderando salir con ella, es una mala persona, y tú eres alguien bueno, te mereces lo mejor.

—¿Tan mal estas?

Quedó extrañado por los cumplidos que le hizo, no pudo evitar sentirse apenado por su compañera. No era normal verla de esa manera. Por un momento deseo que Takao estuviese allí, ella siempre se divertía con él.

—Sí, estoy un poco triste porque pensé que Matsu-senpai era mi amiga— rió amargamente—. Ella solo se acercó a mi como estrategia para estar contigo zanahoria. Sé que no debiera sentirme así de melancólica, ya sabes, es mejor alejarse de ese tipo de persona.

—Tu lo dijiste, no vale la pena— un sonido del estómago de Yoshida se escucho— ¿Tienes hambre?

—No para nada— dijo sarcástica— Claro que sí, una de las amigas de Matsu-senpai me hizo una zancadilla, provocando la muerte de mi pobre almuerzo. Y creo que me duelen las rodillas por el golpe o es parte de sentir hambre, ya no sé.

El peli-verde miro hacia su pocillo, aún le quedaba algo de comida, así que lo colocó en la mesa de ella, junto con sus palillos. Volteo rápidamente como si no hubiera pasado nada. Yoshida se reincorporó ante la acción de él. Miro la comida y la espalda del chico por un tiempo.

—Oye, se te quedo tu almuerzo aquí.

—Ya no tengo hambre.

—Espera— hizo una pausa dramática—. ¿Me estás dando indirectamente tu almuerzo?— él se encogió de los hombros restándole importancia—. ¡Gracias! ¡Quizás Oha-asa tenía razón! ¡Cáncer y Escorpio no son tan mala combinación, eh!— bromeó.



(...)



Midorima aún no sabía porque iba hacer eso. Sostuvo el florero para mantener la calma, de todas maneras, era su objeto de la suerte del día, así que tan mal no podría ir. Se encontraba a las afueras del instituto esperando por Matsu, justo hoy no le tocaba entrenamiento, por lo que no tenía mayor apuro. Takao permanecía en otro lado de Shūtoku.

—Midorima-kun— la chica lo había pillado desprevenido. Cerro los ojos para recapitular lo que iba a decir.

—Matsu— acomodó sus lentes—. He estado pesando en tu declaración de ayer.

—¿Y a qué llegaste?— con un tono más esperanzador—. ¿Cambiaste de opinión?

—No he cambiado de respuesta, sigue siendo un no— suspiró—. Yo te di la excusa de que nuestros signos zodiacales no eran compatibles, pero, con tus acciones de hoy, me hicieron dar cuenta de que nunca podría estar contigo, no con una persona que lastima a la que me agrada.

Hizo una leve reverencia para despedirse, dejando a la mayor nuevamente paralizada, y fue en busca de Takao. En su camino a donde estaba el estacionamiento de bicicletas, encontró a Yoshida en los bebederos, limpiando sus rodillas con el agua. Midorima recién pudo darse cuenta que tenía raspones en esa zona. Dudoso se desvió de su camino y se acercó hacia la chica.

—¿Ahora vas a salir con Matsu?— le hablo sin mirarlo y no detuvo lo que que realizaba.

—No.

—Entonces— se levantó por un momento y mojó sus manos para seguir limpiando agachada—. ¿Por qué hablabas con ella?

El se agachó hasta quedar a la altura de Yoshida, dejó el florero a un lado, y abrió su bolso para sacar las vendas que utiliza en sus manos y pañuelos.

— Pues— apartó las manos de la chica y procedió a secar sus rodillas con el pañuelo—. Una irritante Escorpio, insistió que no podía dar la excusa de compatibilidad para no salir con alguien, y hoy, Matsu me dio razones para no hacerlo.

Empiezo a vendar las rodillas de Yoshida con mucho cuidado. Ambos se mantuvieron en silencio en ese lapso de tiempo. Midorima terminó de cortar la venda y se recompuso, seguido de la peli-naranja.

—¿Acaso te hizo daño?— preguntó bruscamente.

Aunque no le gustará admitirlo el peli-verde le agradaba y le tenía mucho respeto, con el paso del tiempo fue imposible no hacerlo. Incluso con todas sus diferencias y de molestarse entre sí; era fácil enojarse si alguien lo lastimaba, él ya había tenido su cuota de daño a finales de Teikō. Así que si Matsu lo había herido durante el día, Yoshida se encargaría de devolverle el doble de daño. Nadie lastimaba a las personas importantes de su vida.

—No me hizo daño— respondió guardando sus cosas y  se reincorpora después de agarrar nuevamente su florero—. Simplemente lastimó a una persona que me agrada, más o menos, nanodayo.

Compatibilidad zodiacal || KUROKO NO BASKET ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora