09.

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•Atraídos.

Yoshida Noriko no pudo dormir en toda la noche, daba vueltas en su cama tal cuál como sus pensamiento revoloteaban por la espera de la respuesta de Midorima. Con tal solo cerrar los ojos imaginaba miles de escenarios con él peli-verde, y anhelaba desde el fondo de su ser que él la quisiera, porque ella podría permitirse quererlo también, sin tener que transitar por un hilo de ilusión. Estaba a dispuesta arriesgar el estado de  su corazón por él.

Se sorprendió cuando se dió cuenta que eran las tres de la mañana y ella estaba en su celular buscando páginas en internet que hablaran sobre la compatibilidad de Cancer y Escorpio. Un punto a su favor, es que eran altas las posibilidades. Y sabía que Midorima se fijaba en eso, casi religiosamente.

Para su mala suerte amaneció con ojeras y casi en un estado zombie se bañó y arregló para ir a Shūtoku.

—Te ves terrible hija— fue lo primero que dijo su madre al verla llegar a la cocina.

Estaba sentada en la mesa alimentando a su hermano menor de tan solo tres años. Su padre tomaba su café y posaba sus ojos en Yoshida, mientras que su nana preparaba su colación para el instituto en unos de los mesones de la cocina.

—Tu madre tiene razón, y eso es mucho, pensando que no recuerdo ninguna mañana en la que te veas bien— reafirmo su padre, sacando risas de la señora Yoshida, y de Daruma, el nombre de su sirvienta.

—¡Buenos días!—hablo con un tono alegre fingido—. ¡Cada día luces más hermosa hija! ¡Esta mañana te ves radiante!— imitó las voces de sus padre.

Su madre le dedicó una mirada fulminante, indicando que debía detener su sarcasmo. Así que al sentarse a desayunar, susurro por lo bajo: sólo ustedes pueden molestar y yo no puedo. La señora Yoshida volvió a fulminarla aún más, como si hubiera oído lo que había dicho su hija. Daruma le sirvió su desayuno, la menor le agradeció amablemente tal gesto. Comió en silencio mientras sus padres discutían por pequeños e insignificantes asuntos, y como era de costumbre, a ella solían preguntarle quién de los dos estaba en lo correcto.

—Noriko— la llamo su padre— ¿Quieres que te vaya a dejar al instituto hoy?

Ella miró hacia su padre con un rostro ilusionado, y asintió repetidas veces para demostrar que si quería.

—De acuerdo, en cuanto termines tu desayuno nos vamos.

Su padre dio las gracias por la comida y se retiró para preparar el auto. Mientras Yoshida terminaba su desayuno, agradecía mentalmente la oferta, antes había sentido nervios por la posibilidad de encontrarse a Midorima camino al instituto. Ahora los nervios y la vergüenza se apoderaban de todo su ser.

—Últimamente, tienes cara de enamorada— le dijo su padre durante el camino—. ¿Acaso uno de esos ídolos adolescentes que tanto te gustan sacaron nuevo disco?

—En realidad, un nuevo video. Y están que arden.

«Nunca he sido buena en las apuestas, y ahora estoy arriesgando una amistad muy importante en mi vida», pensaba, tomando sus cosas para ir donde su padre –quien le tocaba la bocina para sacarla de su trance–y suspiro antes de salir de su casa. Abrió la puerta del copiloto y se colocó su cinturón, su padre le comenzó a hablar sobre diversos temas contingentes, a lo que ella respondía con pocas palabras.

«¿Es muy tarde para arrepentirse?»



(...)



Compatibilidad zodiacal || KUROKO NO BASKET ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora