alma

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Lux se quedó de pie y frunció el ceño. Ya no tenía ganas de llorar, si no de romper algo.

Mientras tanto Darius volvía a bajar al salón, esa muchacha ya le había desconcentrado y estaba perdiendo los nervios.

-Será mejor que vaya a entrenar. Me va a dar algo.

Así lo hizo, salió al patio y se puso a boxear un rato.
Durante ese tiempo, sólo se centraba en dar al saco imáginándose que fuese un triste demaciano o joniano, ese tipo de cosas le subían la adrenalina.

Lux en el cuarto se aburría tanto que no paraba de levantarse de la cama, pasear por la habitación y volver a sentarse. Realmente su estancia en Noxus estaba volviéndose complicada.

Se volvió a sentar en la cama, cerró los ojos e intentó dejar la mente en blanco pero escuchó un sonido a fuera, entonces miró por la ventana para satisfacer su curiosidad.

Vió a Darius golpeando un saco de cuero. Parecía estar enfadado, o al menos ponía una cara de enfado al golpearlo.
De repente él miró hacia la dirección de la ventana de Lux y arqueó una ceja. Ella rápidamente se alejó de la ventana.
"No quiero que piense que le espío o algo..."

Darius desde el patio volvió a sentirse malhumorado. Esa demaciana le hacía cambiar de estado de ánimo sólo con verla.¿Pero por qué? Ni él mismo lo sabía.

                      *************
Llegó la noche y Lux empezaba a tener hambre. No podía salir de la habitación pero recordó que si tiraba de un cable alguien del servicio iría a atenderla.

Tiró del cablecito y esperó unos minutos. Nadie aparecía por ahí.
Volvió a intentarlo, pero nada.
Estaba empezando a pensar que quizá era una broma de aquel hombre.
Lo intentó por última vez y volvió a esperar, se moría de hambre, estaba segura de que si no cenaba se moriría esa misma noche.

De repente escuchó la puerta abrise.
Sobresaltada por eso se levantó de la cama y dijo:
-Oh vaya, al fin...
Su sorpresa fue en falso. El gran general es el que abrió la puerta.

-¿Qué quieres?-Dijo firme

-Pensé que iba a subir alguna persona del servicio...

-Están todos ocupados. Si no quieres nada me voy.

Lux le agarró del brazo.

-¡Espera!

En ese momento se dió cuenta de que estaba tocando el brazo del guerrero las temido en Noxus.

Él miró su mano, como diciendo que qué hacía, ella apartó rápidamente la mano de su brazo y su pulso empezó a acelerarse, sus mejillas se encendieron.

-Y-yo... Sólo tengo mucho hambre...

Darius se fijó en que el gesto que acababa de hacer la había avergonzado de tal manera que no sabía ni cómo hablar. Le pareció gracioso y rió.

-¿De qué te ríes si puede saberse?...

-De ti. ¿No es obvio?

Lux frunció en ceño y apretó los dientes, su vergüenza había sido sustituida por la rabia y el enfado.

-¿Ahora te vas a enfadar y me vas a pegar?jajajaj

-Es mejor que no me subestimes Darius.

Él se sorprendió por el hecho de que le llamase por su nombre, eso le mostraba que iba totalmente enserio y que había una faceta oscura tras toda esa blancura que no podría imaginar... Eso le gustaba.

Darius se acercó a la chica, la cual se mantuvo firme. Él cojió uno de sus mechones dorados y lo enredó entre sus dedos. "Dios, hasta su pelo parece salido del mismísimo cielo. Me repugna" pensó. Tras eso, la miró a los ojos.

-Recuerda que la que no debe subestimarme eres tú muchacha...

Darius acercó su mano a la cara de ella acriciándola con ciudado.
"Tan delicada, tan pura, tan... demaciana.." Si sólo no hubiese sido demaciana no se hubiese contenido y la hubiese hecho suya en aquel momento. Todo su cuerpo estaba ardiendo solo por tocarla pero él a7n no entendía el por qué de la situación

Ella no se movió ni un pelo. Tenía miedo, pero no iba a mostrárselo a él. Si lo hacía podia acabar muy mal.

Darius se separó de ella y vio su rostro, estaba rojo de la vergüenza.
Él supo como aprovecharse de la situación pues siguió acariciando la cara de ella.

Acercó aún mas su cuerpo y le olió el pelo. "Huele a Jazmin..."

Lux cerraba los ojos muy fuertemente, aunque decidió abrirlos para ver qué estaba sucediendo. Frente a ella estaba el imponente torso del guerrero. Inspiró y se encontró con un olor diferente al que pensaba. Olía bien. No llevaba ningún tipo de aroma artificial, el suyo era el único.

Ella expiró dejando entre sonar una especie de gemido. Estaban tan juntos que el aroma de uno pasaba al otro.
Darius al escuchar eso se alejó rápidamente y volvió a mirar su cara. Un fuerte sentimiento empezó a apoderarse de él. Quería seguir tocándola y olerla, pero se contuvo como la vez anterior.
Se dirigió a la puerta y ella lo dejó marchar, ya no tenía hambre, sólo ganas de volver a oler ese fuerte aroma masculino.

"¿Qué?,¿En qué demonios estoy pensando?" Se dijo a si misma dándose golpes en la cabeza. El rugido de su estómago volvió a recordarla que no había comido nada hace horas, pero pensaba que si tiraba otra vez de aquel cablecito ibas volver Darius y no quería eso asi que se metió en la cama sin cenar.
Ella quería llevar su mente hacia demacia, pero cada vez que lo intentaba fracasaba, sus pensamientos se iban hacia aquel guerrero y esa escena tan apretada.

               *********************

El sol le alzó como todos los días. Lux bostezó y despertó nada mas darle el primer rayo de Sol en la cara.

Al abrir los ojos recordó que había sido secuestrada en Noxus para no sabía ni el que.

Se levantó para lavarse la cara. En el tocador que tenía en frente de la cama, al lado del escritorio, había una jarra con agua y un balde.
Se extrañó, ya que ese agua anoche no estaba alli... En todo caso, vertió en el balde de porcelana blanca un poco de agua, se lavó la cara y se la secó en un toalla que también habían dejado ahí.
Después se miró al
, su pelo estaba revuelto y decidió peinarlo.

De repente se abrió la puerta.
Ella se giró bruscamente. A diferencia de anoche, una doncella estaba ahí.

-Oh, señorita, se ha despertado. Buenos días.-Dijo la señora sonriente.

-Buenos días...-Dijo Lux extrañada. Esa mujer le transmitía una serenidad increíble. Era mayor y llevaba el pelo recojido en un moño. Sus facciones llenas de arrugas por la vejez escondían lo que quizá antaño fue un rostro bello.

-¿Qué le apetece desayunar?

Lux estaba hambrienta, asi que no sabía por dónde empezar.

-¿Tienen Pastas de Oro?-Dijo la joven.( esas pastas eran unas especialmente Demacianas de Jengibre, mantequilla y crema de limón).

-No, lo siento señorita, pero creo que esas pastas sólo se fabrican en su tierra, aun que quizá le guste unas que sólo se venden aquí... En seguida vuelvo con su desayuno.-Sonrió, hizo una reverencia con la rodilla y se fue.

Lux estaba cada vez mas sorprendida, ¿los noxianos también podían ser así de amables?

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