perlas

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La sirvienta llegó al rato con una bandeja con una taza de café, unas pastas con mermelada de fresa y un zumo de naranja.

-Aquí tiene señorita.-Dijo dejando la bandeja en el escritorio.

-Gracias.-Respondió sonriendo.

-Con su permiso.-La vieja iba a irse cuando Lux dijo:

-¿Cómo se llama usted?

-Mariagh, señorita.

-Bonito nombre...

-¿El suyo es Luxanna no?

Ella se sorprendió. No había dicho su nombre en aquella casa ni una vez.

-S-si.. ¿Cómo lo sabe?

-El señor Darius nos lo ha transmitido a todo el servicio. Dijo que quería que se sientiese cómoda.

-¿Darius?

-Sí, señorita.

La muchacha se quedó pensativa, estaba siendo sorprendida por la Noxus intetna.

-¿Algún problema señorita?
-Él... Es conocido en Demacia como un carnicero humano... Nunca pensé que el fuese tan... amable....

-Jajaj, el señor Darius en el fondo mantiene el respeto y las formas siempre. Es un hombre entregado a su ciudad, pero eso no le hace ser mala persona.

-Ya pero, ha matado a tanta gente...

-Ya le he dicho,señorita, que él está muy aferrado a esta nacion, y si para alcanzar su.triunfo tiene que matar, así lo hará. De todos modos, él sigue órdenes de Swain y no dude de que en el fondo sigue instintos nobles.

-Entiendo...

-Le he preparado una bañera de agua caliente y burbujas para que se de un baño y se despeje. A las 10:30 le espera el gran General Swain en el Alto mando para no se que cosa...

-Oh... Gracias... Pero no se dónde está el baño.

-No se preocupe, yo la guío. Le llevaré ropa limpia también.

tras eso, la sirvienta llevó a Lux al baño. Ella cerró la puerta. En el baño hacía un calor acogedor. No era un espacio muy amplio, había una bañera y un tocador parecido al de la habitación donde había descansado esa noche.

Se desnudó y se metió en la bañera. Sentándose en esta, cerró los ojos, respiró profundo y se hundió completamente en el agua aguantando la respiración.
Tras unos segundos sacó la cabeza del agua y volvió a respirar, se sentía llena de energía de repente.

"Volveré a Demacia" pensó.

Tras un rato de pensamientos sobre la nación a la que dejó no por voluntad propia, se frotó con una esponja y se lavó posteriormente.

Salió de la bañera dejando caer algunas gotitas del agua al suelo. Ella estaba tan relajada que no se dio cuenta de que la puerta se abrió un poco, pues detrás de esta Darius deseando darse un baño y sin percatarse de que habia alguien dentro la abrió.

Dentro de ese baño, una silueta femenina desnuda se alzaba poco a poco. Los rayos de Sol que dejaba pasar la pequeña ventana de cristales translúcidos reflejaban las gotitas como perlas que caían de su cuerpo aún mojado y daban a la escena un tono dorado como su pelo.
Si estuviese dormido podría haber confundido la escena con el de una ninfa saliendo de un río.

Él se quedó mirando la escena, deseando estar dormido, pero sabía que no era así...
De repente ella dirigió sus los mares que tenía por ojos a la puerta, y él se vió descubierto. Ella rápidamente se tapó con una toalla.

-¿Q-qué haces?-Dijo roja como un tomate.

-E... Pues yo... Quería ducharme y como no habías puesto el pestillo, abrí la puerta...-Dijo llevando una mano a la nuca.

-¿Me has visto... desnuda...?-Dijo con un hilo de voz.

Él negó con la cabeza pues nunca le habría dicho que vió cada parte de su celestial cuerpo sin ropa y que hasta disfrutó con ello.

-Si me disculpas... Quiero vestirme, ese tal Swain nos espera pronto. ¿No es así?-Dijo mirando al suelo.

-Eh, claro, te dejo.-Y se fue.

Darius esperó en su habitación a que la joven saliese, la escena de ella envuelta en un aurea vaporosa y dorada aún seguía en su cabeza, se odiaba a si mismo por eso. Que una demaciana le calentase no era algo que a él le agradase...

Tras unos minutos salió del baño y él entró para darse esa ducha que ahora necesitaba mas que nunca...

***********

Tras estar listos los dos, pusieron rumbo al Alto Mando donde Swain les esperaba.

-Ve delante mio. Como hagas algo impropio te mataré demaciana.

Ella tragó saliva y asintió pues ese Darius era diferente al de la escena del baño.

Recorrieron las calles de Noxus y las miradas se centraban en ella, pues seguía siendo como un rayo de luz entre tanta oscuridad. Darius de vez en cuando la agarraba del hombro para dirigirla y que no fuese por.otra ruta.

Llegaron al alto mando.

--Tenemos una citación con Swain.-Dijo el guerrero.

-Adelante.-Dijo un guarda.

Recorrieron los pasillos qur mismamente recorrieron el día anterior hasta llegar al despacho de Swain, quien les esperaba.

-Querido amigo mío.-Dijo dirijiéndose a Darius el cual le sonrió como respuesta.-¿Esta es la presa de Demacia no?.

-Así es.

Swain se acercó a ella. La agarró del mentón y la inspeccionó de arriba a abajo.

-Es bella, sin duda alguna... Aun que también que es de Demacia.

Lux se sonrojó un poco.

-Y bien,¿qué quieres hacer con ella?

-La traje aquí porque posee un poder que nos puede servir de ayuda. Controla la luz a su antojo.

Swain al oir eso arqueó una ceja mirando a la chica.

-Demuéstralo.-Dijo el gran general haciendo que pasase a su balcón donde el sol daba con mucha fuerza.

Lux obedeció. No tenía su bastón pero pudo hacer algo: acercó sus manos a los rayos de aquella poderosa estrella y tras eso parecía que entre sus manos había una especie de mini-sol, lo sacó a la sombra para que lo viesen Swain y su forzudo amigo los cuales quedaron impresionados.

-Tengo entendido que en demacia la magia está prohibida...-Dijo swain.

-Así es.-Contestó ella.

-Si vivieses aquí... tu magía sería libre. Sin ataduras...-Añadió sonriente.

Darius mientras miraba el aún lucero que brillaba entre las manos de ella.

-N-ni hablar. Yo pertenezco a Demacia y allí volveré.-Dijo dando una palmada y haciendo desparecer aquel brillo.

-Cierto es, pero ahora estas en Noxus y no podras volver a tu tierra tu sola niña. Te matarían.

Lux se dio cuenta de que llevaba razón y la tristeza volvio a su corazón
n, tenia razon, ahora Darius estaba pendiende de ella pero en cuanto se alejase un poco de el probablemente la atacarian como lo de al dia anterior frente a la tienda, ella era como un objeto exótico en aquella oscura ciudad. Aún asi ella dijo:

-No me importa... Demacia es mi hogar y si tengo que luchar contra viento y marea para volver lo haré. Ellos me nexesitan mas que ustedes.

La contestacion dejó a Darius y a Swain en shock, no pensaban que con su angelical rostro tuviese un caracter tan poco conformista.

La luz te guiaráDonde viven las historias. Descúbrelo ahora