Capítulo 1: Conflictos de un compositor

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Erase un día para nada ordinario y bastante apático, mi mañana había sido pésima para la situación en la que ya de por sí me encontraba. Muchos años de experiencia tenía por trabajar en Joey Drew Studios componiendo las melodiosas canciones que se reproducían en los distintos capítulos de The Bendy Show, las cuales me causaban mucho placer y orgullo tocar a diario  junto a todos los integrantes de mi propia banda musical; lastimosamente, este día la situación se ha ido deteriorando demasiado: Últimamente Joey ha estado obsesionado con construir una gran máquina de tinta aludiendo a que serviría no solo para una mejor producción del show, sino que sería capaz de traer a Bendy y compañía a la vida... ¡Y ya la tiene lista! Por unos seis meses ha estado agrandado el estudio inmensamente y puedo decir que dicha máquina ocupa un gran espacio, también ha traído a varios nuevos empleados, tales como Wally Franks y Thomas Connor, técnicos encargados para el mantenimiento de la máquina.

Lo que me molesta es que todo esto también trajo consigo a que Joey haya invertido muchísimo dinero en esto de la máquina de tinta y la inmensa cantidad de tinta, que hasta incluso bajó el salario de todos los empleados a casi menos del salario mínimo, causando así la renuncia de varios integrantes de la banda musical y de muchísimos otros trabajadores del estudio aludiendo a que próximamente ganaríamos mucho más dinero con el desagradable artefacto, porque con él abordo, todo irá viento en popa.. Esto suscitó en mí mucho más estrés del que ya de por sí tenía, puesto a que ya se tienen varios capítulos de la caricatura que planean tener canciones originales en ellos y es mi trabajo componer canciones adecuadas e inocentes para los teleespectadores, que son infantes en su inmensa mayoría, pero, con la falta de personal, he optado por dejar de lado instrumentos cruciales para la realización de las próximas canciones tales como el piano y el bajo. ¿Puede acaso haber algo peor que todo esto?

Grant Cohen, el encargado de las financiaciones del estudio, me informó a mí y a otro grupo de personas de que tratáramos de hablar con Drew sobre los gastos, ya que la cantidad de dinero que él malgastaba en la tinta y en cualquier cosa relacionada a la máquina de tinta era exorbitante, y que podía dejar en bancarrota al estudio, aunque para nadie era un secreto esto, a decir verdad, meses atrás que no se le hacía mantenimiento al sitio, hasta podía verse lo descuidado del lugar... Pero cualquiera que le hablara a Joey sobre esto iba a terminar en una disputa; Joey no era de esas personas a las que se le podía llegar a un acuerdo, parecía entrarle por un oído y salir por el otro. Grant ya había sido amenazado con ser despedido, al pobre ya se le veía las ojeras de las grandes cuentas que llevaba en su oficina; él entraba y no se le veía hasta el final de la jornada, no tomaba ningún descanso.

La máquina de tinta no me inspira confianza, y sigue firme en mí el pensamiento de que no será más que un malgasto de dinero; en contadísimas ocasiones, durante la instalación de la misma, los técnicos colocaron tuberías que transportaba la tinta por todo el estudio, pero algunas de las tuberías que estaban ubicadas en el departamento de música dejaban salir la tinta y gracias a ello, el lugar se hacía todo un desastre, así que entre algunos trabajadores (incluyéndome) decidimos escribirle una queja a Joey para que resolviese ese problema lo antes posible, porque quitar la tinta de la ropa era trabajo tedioso, pero, como era de esperarse, este nunca nos respondió.  La cosa es que fueron seis extensos meses de tener que aguantarme a personas entrar y salir de mi oficina, porque la "solución" que Joey le dio al  inconveniente de la tinta en el departamento de música era el de instalar una palanca que permitía o no el bombeo del artilugio... No hubiese sido problema alguno, de no ser porque la palanca había sido puesta dentro de mi oficina, y esta era muy ruidosa, es por ello era común ver a las personas entrar y salir de mi oficina cuando me las ingeniaba para la creación de otra melodía, causando que me distrajese muy seguido por el irritante sonido que causa la palanca al ser manipulada, que me recuerda a la horrible voz de un guitarrista que trabajó una vez aquí.

Normalmente no soy el más optimista, pero viendo el "lado bueno" del caso, puedo considerar que ahora ya no se tendrá más problemas con la tinta, ¿no es así? Es decir, los técnicos terminaron la instalación de la máquina debidamente, y ahora era mucho menos probable que la tinta se escurra de las tuberías, porque de no ser así, las personas tendrían que volver a entrar y salir de mi oficina para resolver esto.

Solo puedo esperar que a Joey no le pique por ir a pedirme las canciones de los próximos cinco capítulos del show, porque ya causando la renuncia de valiosos y exorbitantes miembros del grupo musical, disminuyendo la paga y colocando la palanca dentro de mi oficina, solo hace que me atrase mucho más de lo ya estaba. Él bien sabe que no es de mi preferencia el ser distraído, porque conllevo mucha concentración a la hora de realizar las canciones que se mostrarán en la televisión, porque me gusta hacer las cosas debidamente y a mi tiempo, pero, sino recibo apoyo por parte de a quien le presto mis servicios como músico profesional, no puedo hacer ni siquiera una minucia. Únicamente he adelantado dos de las cinco canciones, y los capítulos planean emitirse la semana entrante.

Usualmente me sentaba a tocar el violín, el piano o cualquier otro instrumento poco antes de empezar la jornada de trabajo. Hermoso era el momento en que todos mis compañeros acudían a mí para consejos a la hora de tocar la flauta, la guitarra o un largo etcétera de instrumentos, era algo que me encantaba hacer, porque además de que estimulaba mis ideas, también me unificaba al grupo y además, quienes seguían mis consejos al pie de la letra mejoraban como artistas y les era más divertido tocar; desgraciadamente desde que estoy atrasado con las canciones próximas no resta tiempo alguno para ello y me es más difícil componerlas porque siempre agarraba ideas mientras tocaba antes del trabajo con siquiera la partitura más corta y simple. Inclusive Jack Fain ha estado bebiendo varias tazas de café para ayudarme a escribir la lírica.

Así que, gracias, Joey, estas estúpidas canciones de caricaturas no se escriben por sí solas, ¿lo sabes?

"Hasta el último sonar" || Bendy and the Ink MachineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora