POR MI VENTANA...

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Cinco minutos, exactamente cinco habían pasado desde la última vez que había mirado mi reloj. Parecía que el tiempo quería torturarme lentamente,¿irónico no? Normalmente el tiempo pasa muy rápido pero para mi últimamente no. Miraba ese stronzo reloj que me desafiaba para pasar al siguiente minuto-bufé- en eso se había basado mis días las últimas semanas desde que Alexandra y yo nos veíamos día si y otro también. Después de la obra lo había pasado mal ya que no volvería a clase de artes escénicas y debo reconocer que no eran las mismas sin ella, ya no. Ahora se dedicaba a dar clases de yoga en su casa, la gran mayoría de veces a los vecinos de la zona y otras, a personas que venían porque habían oido hablar de ella. No me gustaba mucho la idea que a veces diera clases privadas,conocía a algunas vecinas, eran unas gatas muertas que no perdían la oportunidad para aprovechar la situación, incluso aunque estuvieran casadas. Eran las típicas que aparentaban tener una vida perfecta, con una familia perfecta, pura fachada. Ella siempre se tomaba como algo gracioso mis ataques de celos y eso me ponía de los nervios, verlo todo como algo sin importancia, sin preocuparse por esas cosas.

Señorita Lamborghini, ¿podía explicar a la clase el concepto que debemos tener claro a la hora de abrir una PYME?¿o le aburre tanto la clase para no presta atención?

¿Cómo?-dije volviendo a la realidad-

No sé que tiene en la cabeza Lamborghini, pero le aconsejo que atienda en clase si quiere aprobar mi asignatura, que tenga el futuro resuelto por ser la niña de papá no le va a salvar así que aterrice de las nubes-dijo Aída, mi profesora Dirección de empresa, era insoportable- bueno chicos, ya que vemos que la señorita Lamborghini esta aburrida del tema del que estamos estudiando, puedo interpretar que ya el tema esta sabido,así que mañana tendremos un examen sorpresa del tema 2,3 y 4. No hace falta recordar que es importante para puntuar-dijo mirándome desafiante mientras toda la clase comenzaba a protestar-

¡No es justo! Es imposible estudiar todo eso para mañana-dije alterada-

Haberlo pensado antes de tomarse mi clase a la torera-sonó el timbre en el momento que iba a decirle de todo- se acabó la clase, buenos días- dijo con una sonrisa maléfica hacia mi-

Stronza di merda-murmuré-

Buena la has hecho matadora, es casi imposible aprendernos todo eso para mañana, ¿en qué estabas pensando? Ah déjame que piense-dijo haciendo el gesto de intriga- seguramente en una rubia sexy de ojos azules que te tiene loca-sonrió-

¡Maldita Aida! No tenía ningún derecho, lo hace para chingarme, ¡vaffanculo!-seguí diciendo por los pasillos-

Aida esta loca ya lo sabes, pero ahora el problema es,¿qué hacemos?

No lo sé, no puedo suspender,¿qué le diría a mi padre?-dije alterada-

Pues yo empezaría por un...oye papá se me olvidaba...me importa una cagada la empresa y estos estudios...

Karime no empieces...no estoy de humor para sermones ahora...-gruñí-

Esta bien ya paro...y bien, tú eres la inteligente de las dos ¿que hacemos?

No lo sé, voy a tener que pasarme todo el día y la noche estudiando, tendré que decirle a Alex de vernos otro día...-bufé-

Estamos metidas en un buen lío, mejor vete rezando a todos los santos que conozcas señorita Lamborghini-dijo despidiéndose por el pasillo-

La única razón por la que no mandaba a esa stronza de Aida a la putana es porque no podía suspender,nunca lo había hecho, pero ahora mismo era lo menos que me importaba ahora. Miraba el reloj con pena, sabiendo que tendría que avisar a Alexandra que hoy no nos veríamos, después de haber estado todo el día contando las horas.

LA CHICA DE AL LADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora