DECEPCIONES QUE DUELEN

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Podía oír los gritos desde la calle al llegar a casa. Mi padre siempre había sido un hombre con carácter y mi madre la que siempre llevaba las cosas de una forma más cordial y pasiva. Casi no había podido hablar con Alexandra desde que terminó la visita de forma inesperada y sabía que algo no iba bien, mi padre era un buen anfitrión y ni si quiera estuvo para despedirse de todos, es más, ni lo volví a ver antes de irme. Estaba claro que algo pasaba y comenzaba a asustarme esperando cualquier cosa al otro lado de la puerta cuando la sentí llegar en la moto. Me giré y nuestras miradas conectaron como siempre,sintiendo esa fuerza y protección que solo ella sabía darme sin decir nada.

Nos encontrábamos una a cada lado de la calle cuando ella hizo el amago de caminar hacia mi en el momento que la puerta de mi casa se abrió.

¡Vaffanculo! Elettra, es mejor que entres e intentes calmar a papa, esta hecho una furia

¿Qué ha pasado Gin?

¿No lo sabes? Se a enterado que sigues yendo a esas clases, que llevas todo este tiempo mintiéndolo, lo del concurso...todo.

Aiuto...pero...- miré hacia Alexandra sin entender nada-

Intenté decírtelo...Aida...- la puerta volvió a abrirse de un golpe viendo la mirada de decepción de mi padre que tanto me dolía. Pero sus ojos se apartaron de mi para mirar en otra dirección,confuso-

Entre las dos a casa,ahora- dijo firme-

Miré por última vez a Alexandra y entre tras de Ginevra. Tarde o temprano esto tendría que pasar pero no esperaba que fuera de esta forma.

¡Me has mentido Elettra!¡yo no he educado a hijos mentirosos!

Tonino dejala explicarse, seguro que la ragazza tiene un motivo para tutto - mi madre intentaba poner calma como siempre-

No hay nada que explicar, te dije que dejaras esa tontería de clase y te centraras en tu carrera, lo otro es una perdida de tiempo- sus palabras hicieron que saliera toda la ira de mi-

¡No es ninguna perdida de tiempo!¡amo bailar...cantar...!

Eso no es un futuro,¿crees que eso te dará una estabilidad? Solo los fracasados se dedican a eso y mi hija no será ninguna fracasada, ¡no mancharás mi apellido señorita!

Me importa una chingada este estúpido apellido y que todos crean que deben verme como alguien intocable por él-le clave la mirada sin miedo- estoy harta de tener que aparentar y que la gente me vea como la niña de papá.

¿Pero estás viendo como te comportas? Pareces una niña pequeña y caprichosa que quiere seguir la contraria hasta que consiga lo que quiere y luego se aburra y lo deje.

¡Vaffanculo eso no es así!-exclamé- es mi sueño desde que era una niña, pero estas tan ciego en querer que todos sigamos tus pasos que ni te has dado cuenta de lo que realmente queremos los demás.

¡Te prohibo que vayas a esa actuación y tires tu carrera a la basura! ¡Es una orden Elettra!-dijo firme-

¡No soy ninguna niña!-

Luisa y Ginevra miraban asustadas al ve la discusión y como los dos sin darse cuenta eran más iguales de lo que ellos mismo imaginaban. Tercos,orgullosos y rebeldes...cuando se les metía algo en la cabeza no había quien los parara.

¿Y qué hacia esa profesora en la calle? ¿Te ha comido la cabeza? ¡Haré que la despidan por insolente!

¡Déjala en paz! No la metas en esto- ordené-

Seguro que es la que se dedica a meterle tonterías y fantasías a sus alumnos para que dejen sus estudios y se vaya a malgastar sus vida de gira con unos stronzos sin futuro, pero no permitiré que haga lo mismo con mi hija,esto no va a quedar así.

LA CHICA DE AL LADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora