Lenta y peligrosamente... [DONGTA]

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¿En qué puede pensar un Omega, teniendo un Alfa frente a el y en celo?...

Si pensaste en: Correr para no ser violado... Es una buena opción.

Mas Kenta solo pensó en dos palabras.

Sexo duro.

¿Interesante?, no debería. Su celo paso hace tan sólo un par de días. Todavía quedan secuelas de el. Y el aroma que desprende el Alfa es delicioso.

Adictivo, sensual, arrasador y lo embriaga e hipnotiza de una forma, tan exquisita que siente una necesidad de frotarse y bañarse contra el cuerpo del alfa, para tomar un poco de ese aroma sabroso.

—ngh...—gimió el omega mientras se frotaba contra el cuerpo del alfa.

El alfa jadeo y tomo las caderas del omega en sus manos, haciendo retroceder su cuerpo para conducirlo a la cama —cerrando la puerta en el transcurso—, por que no tenia planeado nada mas que marcar si o si, a ese Omega de aroma delicioso.

Quien no diría, ambos aman el aroma del otro y , solo piensan en saborear sus cuerpos buscando obtener un poco del otro.

El omega suspiro al verse atrapado entre el colchón y el músculos cuerpo.

—¿Estas...—suspiro— seguro —suspiro de nuevo.—...de hacer...—jadeo gravemente— esto?.

El omega chillo agudo, al sentir la boca del alfa atacar sus clavículas.

—Me...deb-- ¡ngh! —jadeo constante y arrastrando palabras. —, me debes una marca... —dijo en un suspiro.

DongHan sonrió lascivamente y lamió la unión del hombro y cuello de Kenta. Saboreando la pequeñisima capa de sudor, que todo ese momento causo. Sintiendo la mezcla de arándanos y el salado del sudor. La lavanda levemente abrazada a toda la mezcla. Delicioso.

Lo admite. El sabor de Kenta es delicioso, y el también quiere ver su mordida de unión en ese blanquecino cuello.

—Pues, creo que debo dártela. —dijo sobre el oído del omega. —No me gusta deberle nada a la gente.

Mordió el lóbulo de la oreja del omega, ganando un gemido suspirado por parte del otro.

Kenta abrió las piernas, acomodándolas a los costados de la cintura de el alfa. Quien se acomodo en el espacio entre estas.

—Beso...—pidio el omega. El alfa acato su pedido y acerco su boca a la de él. Creando un beso suave pero caliente, creando un suave vaivén sobre el cuerpo de Kenta, fingiendo embestidas por sobre la ropa sofocando mas al pobre Omega, llenando la habitación con las feromonas de su celo creciente.

Kenta mordió el labio de DongHan, exigiendo sin palabras un trató mas brusco.

Cegado por el placer, suspiro sobre el cuello del Alfa pero...

Gruño frustrado el omega.

—Quitala...—dijo DongHan, cuando sintió las manos de Kenta en el filo de su camisa. El omega sonrió ansioso y obedeció a DongHan, desapareciendo en poco tiempo la prenda.

DongHan hizo lo mismo, solo que con la de Kenta también desaprecio el pantalón de chándal que portaba, dejando descubiertas las delicadas piernas del omega, junto con los muslos blancos de Kenta...

El omega suspiro cuando la boca de DongHan marco su abdomen, dejando varios chupones rosados, unos rojos y una que otra mordida.

Se sentía en el paraíso, agradecía a la Diosa Luna por que su celo halla pasado. Sino a estas alturas estaría hecho un lío rogando por el miembro de DongHan, suplicando por que profanase su cuerpo.