Just Blard.

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A veces el trabajo le servía como un buen entretenimiento, las horas parecían volar cuando estaba en la situación de la oscuridad y que solo el brillo de las antorchas fueran su única iluminación, al principio había sido difícil agarrar el ritmo, para todos más bien, no tenía una buena condición física y tuvo que estar al principio junto a Undyne para los primeros entrenamientos, pero claro, los dejó apenas sintió que estaba preparado.

Se talló las cuencas mientras volvía a su tienda, momentos donde vivía una pequeña agonía por todo el tiempo corriendo y saltando por todo el bosque, cayéndose y dañando a amalgamas que se sanaban con los minerales listos para el siguiente día. 

Se tiró a su cama en los pocos minutos que tenía antes de volver a empezar su rutina, sentía sus pies arder, sus cuencas pesaban por haberse esforzado tanto, así solo un día había acabado para que uno nuevo avanzara y siguiera su rumbo inquebrantable, con solo saber que la paz prevalecía, su trabajo valía la pena. 

Tenía que pagar pero... El trabajo se volvió más que una obligación, una adicción.