17:10

310 77 6
                                    

Lastimosamente con la caja encima no podía usar su teletransportación, estaba consciente que se sobre-exigía y usar magia solo acabaría por consumirlo lentamente, así que el viaje a Hotland tenía que tragárselo unas cuantas veces antes de terminar con la tercera vuelta con suministros, y era el momento preciso donde disfrutaba de un pequeño capricho.

Al volver a la capital, dejó escapar un largo suspiro, comenzando a caminar hasta uno de los templos más altos apegado a otro solo dejando un pequeño pasillo algo estrecho, donde esperó que nadie pasara por esos lados para meterse, al fondo habían piedras que simulaban una escalera en zig-zag, algunos teniendo que dar algunas maniobras para subir, cosa que no se le era problema, tenía buena resistencia y flexibilidad.

Llegó a la cumbre con un salto final, en esa altura podía ver hasta los edificios de Hotland, un campo panorámico que le encantaba apreciar, sentarse en la orilla y apoyarse con las manos más atrás de su espalda y sentir la brisa que movía con suavidad sus prendas y colapsaba como un susurro en su rostro.

Esa tranquilidad le gustaba sentir por más que no tuviera tiempo, solo eran unos minutos de privacidad donde solo lo tenía para sí mismo, donde comparaba su actualidad con los días donde después del breve trabajo en Hotland volvía a holgazanear.

Donde por más que estuviera aturdido y perseguido de sus pecados, lo aceptaba y sonreía. No se arrepentía de algunas cosas, y era feliz con lo que tenía. 

Just Blard.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora