Un amor por acto de misa

Tarde

        Ayer no fui a la escuela, hoy llego tarde... ¿Mañana que toca?

        Me removi en el asiento, inquieta, estoy un poquitin preocupada, eso es todo. En cambió a mi mejor amiga, le da todo por igual.

        La diosa que llevo dentro baila la canción de la macarena con una sonrisa de oreja a oreja. Que gran ayuda eh.

        Suspiré observando la hora en el reloj de muñeca, marcaban las 7:25 y entramos 7:30.

        Gire la cabeza hacía la derecha y las gotas de lluvía caían, una de tras de otra, por la ventanilla del coche. ¿Me preguntó quién era ese sujeto que invadía mi sueño? Digo, no lo conozco. Fue tan raro que parecía la vida real.

        De todos modos no me interesa, solo estoy intrigada. Si no saco la conclusión, lo dejare tal y como está.

        - Un dólar por tu pensamiento -Ofrece Rangie moviendo las cejas de arriba a abajo. Burlandose. Dejo los ojos en blanco.

        - No es nada -Respondo encogiendome de hombros.

***

        Tal y como dije antes, llegamos tarde, era obvio. La formación acabo hace cinco minutos y apenas entramos, la portera nos pidió el cuaderno de comunicados para pasarnos la media falta.

        - A esta no la convences ni con un santo chocolate -Ópina mi mejor amiga en un susurro a la vez que la observa de reojo.- Si yo fuera ella, trato mal a todos los mocosos.

        A veces puede llegar a ser bastante loca...

        - ¿Como que "Esta" es una persona como vos y el resto del mundo, no tenés derecho -Le recalco para que se de cuenta de su error.

        Una vez que nos devolvio el cuaderno, subimos a la segunda planta. Teníamos que pasar un corto pasillo para llegar a clase.

        - Bueno pero ESTA se lo merece -Dice haciendo berrinches. Estoy segura que ahora mismo hace un puchero adorable.- No recuerdo su nombre...

        - Carmen, Rangie, memorizatelo -Le recuerdo ahora bajando las escaleras. Fui con pasos decididos y ella quedo atrás.

        Tiene memoria de pescado.

        - Gracias, pero no necesito saberlo -Responde corriendo, colocandose a mi lado.

        Rangie esta rencorosa solo por que Carmen una vez tenia los "Cablecitos" puestos y trataba de informarle su llegada tarde pero nunca la escucho.

        Hice caso omiso a sus quejas. La puerta de segundo esta abierta, no es buena señal. Nos acercamos a paso lento y justo, por arte de magia, salio la preceptora con papeles en la mano. Al vernos fruncio el ceño, esperando una explicación.

        - ¡Hola Brenda! -Dice Rangie alegremente con un adéman de mano. Fue inevitable no golpearme la frente.

        "¿Podrias hacer silencio solo un minuto?" Pense.

        - Que tál señoritas, ¿Por que llegaron juntas? -Arqueo una ceja.

        - Es que... nos retrasamos -Mas de esa explicación no le puedo dar. No me voy a forzar por que es la realidad.

        - Ah... cierto que ustedes vienen juntas -Susurró pero la escuche de todos modos.- Vengan conmigo.

        Nos hizo una seña con la mano y antes de seguirla, mire a mi mejor amiga y ella a mi. Yo me salvo, tengo buena conducta. Levante la mano en signo de defensa y Rangie hizo una perfecta linea con sus labios.

        - Chicas... -Nos volvió a llamar con un tono obvio.

        - Uy, perdón -Dijimos al unisono.

        Los tacos de Brenda resonaban por el pasillo. Mientras que Rangie apresuraba su paso, yo íba atrás con toda la pereza del mundo. Hasta podría decirse que arrastraba los pies. Es que mis ganas de estar aca son infinitas.

        Escaleras... ¡Escaleras! ¿Ay, por que? Suficiente con venir hasta preceptoria.

        Solte un suspiro y no me quedó otra que subir a la tercera planta.
Nos colocamos en la primera puerta y levante la vista para saber de que año se trataba. Muy bien, es primer año.

        Y ahora me pregunto... ¿Que hacemos nosotras acá?

        - Ay, Abby, ¿Por qué se te ocurre llegar tarde? Las consecuencias son estas... -Dice escondiendo su sonrisa mientras me saca de mis pensamientos y no puedo evitar una mirada incredula.- Es broma, tontis.

        Brenda nos reparte una caja a cada una, bastante pesadita, y entrecierro los ojos. Agggh, culpa de mi mejor amiga.

        Consejo: Nunca dejen a su amiga arreglarse de más.

        Seguimos en la puerta y Brenda de pronto dice; Necesitamos un voluntario, ¿Quien se ofrece?
Escuche un "Yo" masculino y observo hacia otro lado. Ultimamente estoy muy colgada. Necesito pensar...

        Por impulso, voy hacia delante y me choco con algo parecido a un hombro.

        - Perdón. -Me disculpo poniendo los ojos en el centro y al momento me quedo muda.

        No es Rangie, ni Brenda, ni nadie que pase por ahí. Es el chico de la otra vez que vi en Misa.

        - No te disculpes, los accidentes pasan -Me dice con una sonrisa dibujada en su rostro y quedo plasmada.

        Siento un rubor en mis mejillas, arden, y no me ha dicho o hecho nada del otro mundo. Solo fue una disculpa.

        ¡Abril concentrate! Me dice la voz de mi subconciente y la diosa que llevo dentro se esconde en una especie de fuente lleno de jazmines.