《Steve Rogers y Tu》Starlight

VII: De regreso

- Antes de irme quiero darte algo -Susurró Rumlow en mi oído. Ya habían pasado varios días y no logré pasar la misión, así que me quedaría en la base a esperar a que llegara el pelinegro.

- Eh... Está bien -Sonreí muy levemente, me llevó a lo que parecía su cuarto cada vez que debía quedarse. Sobre su mesa de noche se hayaba un collar, lo tomó con cuidado y se posicionó detrás de mí, no entendía bien por qué lo hacía pero aceptaría su regalo.

- Quiero darte ésto por si no regreso, espero que te cuides mucho -Me puso el collar y sentí su respiración contra mi cabello, no estaba bien, se notaba nervioso.

- Vuelva, por favor -Me volteé a verlo y luego bajé la mirada con miedo de que no regresara- No puede abandonarme, señor Rumlow.

- Tranquila, Starlight -Colocó su mano sobre mi mejilla y me alzó la mirada, se acercaba poco a poco hasta mi rostro. Había cerrado mis ojos pero sólo depositó un beso en mi frente para luego retirarse e irse a su misión.

Sólo me quedaba confiar en que regresaría.

Horas después un dolor en mi cabeza me hizo caer al suelo mientras entrenaba. Me había vuelto la mejor, y no podía darme el lujo de bajar el rendimiento pero dolía como si algo me hubiese explotado dentro, instantes después entraron unos soldados informándome que Rumlow había muerto. Asentí y me retiré a mi habitación, no tenía intención de parecer débil frente a ellos así que me encerré.

Las lágrimas no paraban de salir, él era alguien importante para mí, él y Red se habían vuelto importantes para mí.

{FLASHBACK}

- ¿Qué sucede, Starlight? -Me miró fijamente arrodillándose frente a mí, yo desvié la mirada al suelo.

- Nada... -Pasé mi mano por mi cuello y reí- Es sólo que me agradas mucho y quiero protegerte.

- Dí las cosas como son, niña -Interrumpió Red dándome un golpe en el brazo.

- Te estimo. -Solté con mis mejillas ardiendo.

Realmente lo estimaba.

- Yo igual, mocosa -Contestó Rumlow poniéndose de pie.

{FIN FLASHBACK}

Acaricié la piedra que colgaba del collar que me regaló y ésta comenzó a brillar un poco, sonreí amargamente pero el dolor me venció y comencé a gritar.

Me puse de pie. No me quedaría ahí a ver cómo todo pasaba, debía huir y encargarme personalmente de los Vengadores, las cosas no podían quedarse así. Sin importar el riesgo que corría esperé hasta la noche y me escabullí por los pasillos, más de un soldado fue herido hasta que salí al techo del recinto.

- ¿Qué crees que haces? -Habló Red a mis espaldas antes de que saltase.

- Haré justicia por Rumlow. No pienso quedarme de brazos cruzados, y te dejaré la orden de que se reúnan en 3 semanas cerca de la torre Avengers. -Salté impidiendo que me frene y corrí lejos para prepararme, no tenía miedo de perder la vida vengando la muerte de Calavera. «Es extraño llamarlo así» hablé sola intentando alegrarme con algún mal comentario.

Iba a provocar terror, debía asesinar a más y más gente, debía provocar a los Vengadores.

Ya habían transcurrido las 3 semanas y Red me envió un traje que había guardado Rumlow para darmelo cuando fuese a una misión, era color blanco completo con una máscara cubriendo toda mi cabeza. Terminé de alistarme y como era de noche no habría problemas en salir tranquila pero atenta.