《Steve Rogers y Tu》Starlight

X: Ésto está mal

Nos encontrábamos sentados cenando con el rey T'Challa y los wakandianos, Steve estaba sentado a mi lado izquierdo, dejándome a mi entre el rubio y el rey. Frente a mí estaba Bucky y a su lado Natasha, Falcon estaba al lado izquierdo de Steve y Wanda frente a Falcon. Tony y los demás no estaban por distintas razones, mientras tanto yo disfrutaba la buena comida y compañía.

- Así que... ¿Según las lenguas, Steve, soy hermosa? -Solté tomando un poco de agua y probando una verdura que se hayaba en mi plato, el rubio sexy se ahogó con algo y comenzó a toser con sus mejillas ruborizadas a más no poder.

- Eso es lo que yo le dije, y creo que no quiere especificar quién lo ha dicho. ¿Sabes, Steve? Para conquistar a una mujer se debe ser un poco más hábil -Se burló y yo me quedé atónita ante su comportamiento. Steve me pateó y gemí.

- ¿Por qué me pateas? -Gruñí y frunciendo el ceño lo miré fijo, adolorida.

- Lo siento, algo me pinchó y moví mi pie por impulso... -Soltó carraspeando, se notaba muy incómodo, T'Challa sólo se rió.

Al cabo de un buen rato estábamos escuchando la música que tocaban, era música wakandiana así que me era algo nuevo. Yo acababa de probar una gota de alcohol (sí, literalmente una gota, lo demás se lo bebió Steve). El rubio estaba bebiendo más de lo que me habían contado que tomaba, de hecho estaba algo borracho así que me pidieron que lo llevara a su habitación.

Obedientemente así lo hice y nos fuimos entre topones con paredes, muebles, etc. Su cuerpo estaba casi por completo sobre el mío y pesaba más de lo que esperaba, cuando por fin llegamos al cuarto tuve que cerrar detrás de mí la puerta, el muchacho se quería escapar a seguir bebiendo cuando apenas se mantenía en pie.

La ventana amplia de la habitación estaba abierta, así que luego de acostarlo sobre su cama decidí ir a cerrarla para que no enfermase el super soldado. Con algo de trabajo conseguí cerrarla y sentí un golpe en el suelo causando que me voltease rápidamente para observar lo que ocurría. Mi sorpresa fue aún mayor al encontrarme a Steve semi desnudo teniéndome acorralada, mi cuerpo se tensó al sentirlo tan cerca, su abdomen estaba húmedo por el sudor ya que su cuerpo emanaba mucho calor.

- No recuerdo haberte dicho que eres muy... ¿Cómo se dice? Candente. Eres bastante preciosa, pero nunca me has permitido admirar esas curvas bajo tu ropa. Esos labios, que deben ser dulcemente deliciosos... -Gruñó de manera algo sensual mientras me distraía y afirmaba mis manos de manera brusca por sobre mi cabeza- Y no hablo de esa linda boquita que dice groserías y me dan ganas de hacerla callar con un beso.

- ¿E-Eh? -Un escalofrío recorrió mi espalda, otro desde mi vientre hasta mi zona íntima. Me mordí el labio al ver que se acercaba a mi rostro haciendo que su respiración chocase en mi mejilla, mis mejillas ya ardían y mi cuerpo no pensaba relajarse.

- ¿Qué sucede, princesa? ¿Acaso la pongo nerviosa? O quizás nerviosa no es la palabra para usarla en usted, señorita. Quizás la palabra sea "excitada", ¿Verdad? -Sin darme cuenta cómo pasó ya me estaba cargando y mi cuerpo estaba apegado al suyo, aún me encontraba apegada a la fría pared pero su rostro estaba oculto contra mi cuello besándolo y recorriendolo con su lengua.

Intentaba hacer que me soltara pero no lo lograba, aún tenía muchísima más fuerza que yo y su perfume masculino no ayudaba mucho. Tampoco su voz grave y su barba haciendo cosquillas.

En un intento por huir presionó su pelvis contra mi entrepierna causando que un gemido sonoro se escapase de mis labios humedecidos. Al parecer aquello lo complació y continuó su "labor" en mi cuello pero ésta vez bajando a mis clavículas.

- Por favor, detente... S-Steve -Suplicaba pero era en vano, su fuerza aumentó ya mía parecía disminuir. Me golpeó en la sien y quedé bastante aturdida, me lanzó a la cama posicionando su cuerpo sobre el mío.