La gente fue saliendo de las tiendas, cuando se daban cuenta de que es lo que pasaba o empezaban a gritar y se escondían en la tienda o se quedaban inmóviles. Estuvieron quietos durante 5 minutos que a Álvaro se le hicieron eternos.
-Deberíamos bajarla- Musitó Kevin.
Nadie dijo nada pero todos se fueron acercando al árbol, Álvaro miró a Kevin y le vio llorar. Álvaro se tocó los ojos, estaban secos, se preguntó si se podría sentir tanto terror como para olvidarse de llorar. Álvaro miró al árbol, ya estaba lo suficientemente cerca como para leer el mensaje:
Ya tenéis comida para cinco días
Álvaro recordó la broma que el día anterior había hecho Kevin pero en realidad todos la habían oído, podía haber sido cualquiera.
-¿Alguien tiene algo para cortar la cuerda?- Pregunto Bisune.
Álvaro sacó su navaja del bolsillo y se la ofreció a Bisune que nada más cogerla empezó a cortar la cuerda. Álvaro miró a Bisune a la cara, lloraba más que Kevin, tenía los ojos rojos, le sorprendió que hubiera sido capaz de hablar sin que le temblara la voz. Álvaro despertó del trance en el que se había sumido desde que descubrió el cadáver de Laura y miró a su alrededor, de los 11 compañeros solo 6 se habían acercado los demás o seguían paralizados por el miedo o lloraban la muerte de Laura dentro de las tiendas.
-Ander por favor coge el teléfono que Ricardo nos dio, esta junto a aquel árbol, al lado de las provisiones- Dijo Álvaro señalando a un árbol en el borde de la campa.
Ander no reaccionó a la petición de Álvaro y siguió mirando a la nada, estaba en estado de shock. Álvaro se giro a su derecha, Kevin estaba ayudando a Bisune a cortar la cuerda, a su lado estaba Marta de rodillas en el suelo, se tapaba los ojos pero Álvaro pudo ver lágrimas cayendo por su mejilla.
-¿Kevin recuerdas en qué mochila pusimos el teléfono?- Preguntó Álvaro.
-Da igual… ya nadie va a poder llamar con ese teléfono…-Respondió Marta para la sorpresa de Álvaro.
Entonces se dio cuenta, debajo de Laura había un charco de sangre y en el centro del charco Álvaro pudo distinguir las piezas separadas de un teléfono. De repente la cuerda que sujetaba a Laura cedió y el cuerpo cayó sobre el charco salpicando a todos los que estaban cerca.
Álvaro se dio media vuelta y encontró a Lorca, su ropa estaba limpia, la sangre no había llegado a salpicarle.
-Lorca por favor lleva Laura al bosque y empieza a cavar una tumba, creo que también teníamos un par de herramientas, creo que una pala y un hacha-Comentó Álvaro.
Lorca asintió cogió a Laura en brazos y fue en dirección al bosque.
- Duchaos vosotros en la parte alta del río, yo bajaré hasta allí- Dijo Bisune señalando un tramo del río a unos 100 metros de donde estaban.
Tanto Álvaro como Kevin asintieron y fueron a su tienda a coger todo lo que necesitaban para ducharse. Álvaro se miró, se había manchado toda la camiseta, también le había caído sangre en las piernas pero sus pantalones no tenían ni una mancha.
-Kevin ¿Me dejas el mechero?-Preguntó Álvaro
-Claro.
Álvaro cogió el mechero algo de hierba y un poco de leña que habían cogido el día anterior y volvió a encender la hoguera. Se quitó la camiseta y la miró, era la camiseta que habían intentado vender para conseguir dinero para aquel viaje, en el centro de la camiseta había un pingüino dibujado. Álvaro no lo pensó y la lanzó al fuego, después marchó con Kevin al rio para ducharse. El agua estaba fría pero a ninguno le importó demasiado en ese momento. Después de ducharse se vistieron y volvieron al campamento lentamente, tan lentamente como pudieron. Cuando llegaron no había nadie en el campamento, todos habían salido a enterrar a Laura, Álvaro dejo el champú, la esponja y el gel en su mochila, luego fue con Kevin hasta el lugar en donde Lorca había cavado la tumba. Todos estaban alrededor del agujero en el que había metido el cuerpo de Laura, todavía no lo habían tapado. Cuando se acercó Bisune le devolvió su navaja. Álvaro lloró al recordar a su difunta amiga.