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—Pero, ¿¡qué te pasa!?!—pregunto hecha una furia—. ¡Acabas de dar a conocer al mundo mi existencia!

Mi madre hace un intento de sonrisa, pero solo fue eso, un intento.

—¿Y qué te hace pensar eso, Virginia?

Se alisa el pelo, intentando parecer inocente, pero no lo consigue.

¿En serio tenía que fingir que no sabía nada del tema?

—Como si no lo supieses.—señalo el televisor con el dedo, cada vez más enfadada.

En él aparece mi madre junto a una reportera. Hasta ahora todo normal, lo de siempre... pero despues de unos segundos de escuchar absolutamente nada, le subo el volumen y ambas logramos llegar a entender a la perfección a la periodista.

"Janeth Cox, la multimillonaria mundialmente conocida por sus cuadros y pinturas, da a conocer el nombre de su hija: Virginia Bianchi Cox, de dieciocho años. Esta última, junto a su madre, viven en el sur de España, mientras que el padre y el hijo viven en Italia y próximamente se trasladarán a la capital Inglesa..."

Apago el telvisor cuando empiezan a hablar de mi padre, mientras miro a mi madre con veneno en los ojos. Si pudiese, juro que la...

"Tranquilízate Virginia"me digo a mi misma—. "Solo ha sido un pequeño desliz que cualquiera podría cometer"

Intento justificarla, pero ¡¿para que engañarme!? ¡No ha sido solo un desliz! Quizás para ella sí, pero para mi por supuesto que no. Y la situación lo demostraba.

—Querida...No fue mi intención, te lo aseguro...—Si eso ya lo sé.—Además, ¡no es para tanto!

¡¿Qué si no era para tanto?! Já, y una mierda.

—¡Entonces explícame porqué hay periodistas y fotógrafos rodeando la casa!—encolerizada, le doy una patada a un cojín que se encontraba en el suelo, mándandolo a saber dónde.—¡Explícamelo!

Mi madre baja la mirada, y yo intento tranquilizarme. Chillándole no voy a conseguir nada, excepto que me sienta aún peor persona de lo que ya soy al hacerlo. Aun así, lo que ha dicho mi madre en televisión, dicho está. Ya debe saberlo medio mundo.

—Hi-hi...—mi madre tiembla fuertemente, de pies a cabeza, y yo no puedo hacer otra cosa que ir corriendo a abrazarla. No puedo odiarla, es mi madre, y ella no eligió ser famosa.—Hija, lo siento tanto...

—Shhh—le mandó callar. Su voz normalmente aterciopelada, ahora sonaba destrozada, y eso me hizo sentir horrorosamente mal por haber discutido con ella.—.Siento haberte gritado, pero es que tu ya sabías que no quería...Y luego...

Suspiro derrotada. No puedo hacer nada.

—Lo siento mucho—murmura aún con la voz rota—. Tu padre me llamo antes de la entrevista y...

Eso no puede ser bueno. Cualquier cosa que tenga que ver con él, acaba siendo una pesadilla.

Mi padre es un diseñador italiano, al que solo lo he visto una vez en toda mi vida, literalmente. Y ya no me acuerdo de él.
Lo odio con todo mi ser.
Embarazó a mi madre dos veces, del primer embarazo salió mi hermano. Mi madre solo tenía veinte años y desde antes ya tenían problemas entre ellos. Después de medio año, rompieron y mi padre se llevo a mi hermano a Italia, separándolo de mi madre. Después de varios meses los llamaron para hacer una sesión fotográfica juntos, en la que harían de pareja. De ese día, en el cual se reencontraron después de su ruptura como novios, salí yo. Al parecer bebieron de mas y...Ya sabéis.
Según cuenta mi madre; mi padre, Louis Bianchi, intentó quedarse con nosotras al saber de su embarazo, pero ambos eran como perro y gato. Su relación no funcionó y tuvieron que separarse, por el bien de ambos. Separando de nuevo a la familia.
Por un lado mi madre y yo, y por el otro, mi padre y mi hermano.

PreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora