Zeta.

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Paredes infinitas

Sobrepasando rascacielos

Taponaban los rayos

Que hacían prender su fuego.


Un par de espesos algodones

Distanciaban sus manos de sus sueños

Convirtiéndolos en inalcanzables

Fusionándolos con la nebulosa.


No había salida

No había entrada

Era solo ella

Buscándose perdida.


Y en el laberinto de su mente

Pudo encontrar lo que no era

Lo que quería o tal vez quería

Pero lo nunca pudo encontrar

Fue a ella misma.

Septiembre 98Donde viven las historias. Descúbrelo ahora