En capítulos anteriores...
—Mino se encerró en su cuarto al ver que no llegabas. Creo que se puso triste —Seiya escucha esas palabras y se regaña a si mismo por ser tan desconsiderado. No pierde tiempo y sube a la habitación de la muchacha para tratar de enmedar su error.
En el segundo piso Mino que escuchó el alboroto en el piso de abajo, escucha los pasos de alguien subir las escaleras. No quiere arruinar la noche con sus inseguridades así que se limpia las lágrimas frente a su pequeño espejo y se dirige hacia la puerta antes de llamen a la habitación.
—Mino, discúlpame. Se me fué la hora con Shun —explica Seiya cuando se encuentra con la peliazul que se encontraba saliendo de la habitación—. Espero no haberte preocupado demasiado.
—No más que otras veces Seiya —Mino trata de dibujar su mejor sonrisa—. Debes tener hambre, mejor vayamos a cenar abajo.
La amiga de Seiya pasa de él y empieza a bajar las escaleras, el santo de Pegaso lo sigue en silencio y Mino empieza a presentir lo peor.
Al pie de las escaleras no se da la vuelta pero se disfraza de valentía para lo que está por suceder.
—¿Cuando te vas?
Seiya manifiesta una mezcla de sentimientos al escuchar la pregunta. El hecho de que Mino ya haya deducido sus intenciones sin siquiera él empezar a tocar el tema le deja una sensación de admiración hacia su amiga. Pero también lo invade una terrible tristeza porque sabe que su amiga está haciendo un gran esfuerzo para no pedirle que se quede como sucedió en otras ocasiones.
—Mañana temprano —contesta colocando su mano sobre el hombro de su amiga—. Ahora más que nunca necesito aclarar mis dudas acerca del paradero de mi hermana y también de Athena.
.
.
.—¿¡Qué horas de llegar son estas, jovencito!? —interroga Tatsumi, molesto, al ver a Shun entrar a la mansión Kido—. Por si no lo sabes, este lugar no es un hotel.
El santo de bronce ignora los regaños del hombre amargado y se dispone a subir las escaleras para ir a su habitación. Sin embargo, Tatsumi no parece querer darse por vencido pues continua reprochando al peliverde por su irresponsabilidad.
—La próxima vez no te daré cuartel porque no soy portero de nadie, ¿¡oíste!?
Shun se detiene en seco a mitad de las escaleras, pero no responde ya que no ve necesidad de hacerlo pues discutir con alguien tan testarudo como Tatsumi sería una pérdida de tiempo.
—¡Oye, mocoso! ¿Qué crees que haces? ¡Almenos mírame a los ojos cuando te hablo! —replica un enojado Tatsumi cuando observa como Shun continúa subiendo las escaleras.
En un intento por llamar su atención arroja su espada de bambú para darle una lección aunque de nada sirve ya que Shun termina deteniéndola en aire. Finalmente, se voltea para encarar a Tatsumi y de una vez gritarle sus verdades.
—Ya estoy harto de todos tus regaños y gritos, no tengo porque aguantarlos más. —comunica y suelta la espada de bambú la cuál empieza a caer por las escaleras emitiendo un sonido grave y molesto—. Si tanto te estorbo me iré de esta casa, no sé que hago aqui en primer lugar.
—¡No juegues con fuego, Shun! —advierte Tatsumi al levantar su instrumento del suelo—. Si lo haces...
—Adiós Tatsumi —Lo interrumpe andrómeda dandole la espalda y retirándose a su cuarto. No se queda por mucho tiempo ya que solo toma la cloth de andrómeda en sus hombros y camina hacia la ventana la cuál ya esta abierta y cuyas cortinas se mecen con el viento.
El relój marca la media noche y doce campanadas empiezan a resonar por toda la mansión. Shun no lo piensa más y salta por el balcón de la habitación y aterriza de forma exitosa fuera de ésta. Se pone de pie y emprende su camino.
¿A dónde? Aún no lo sabe, pero una parte de él le gritaba que debía investigar que pasó con la señorita Saori después de la batalla contra Hades.
Habían pasado siete días desde que volvieron a la tierra, un tiempo relativamente corto, pero largo para alguien que se sentía solo.
&&&&&&&&&&&&
Recuerden que la historia está siendo editada y corregida. Hay cambios en el guión pero algunas escenas se están manteniendoSi la historia te está gustando regálame un voto y un comentario
Muchas gracias!!!
Y tú, ¿alguna vez has sentido el poder del cosmos?
ESTÁS LEYENDO
Saint Seiya Do Cvidanja
FanfictionUn enorme cosmos despierta en el Santuario. Athena está desaparecida desde la batalla contra Hades y los jovenes caballeros deciden tomar su propio camino. Sin embargo, estar lejos no significa estar separados. Una nueva prueba desafía a sus corazo...