—Tengo una propuesta para vos.
De repente escucho la voz de Clint lejana, perdida entre el bullicio de la gente, el sonido de los vasos y la música. Había estado deambulando entre mis pensamientos durante varios minutos, con mi mano sujetando mi copa de martini y con el arquero sentado al lado mío, bien juntos. Espero a que él siga hablando, pero en vez de eso, se dedica a tomar varios sorbos de su cerveza. Yo lo miro curiosa y expectante, con una ceja levantada. Tiene toda mi atención centrada en él; y es que realmente quiero saber qué es lo que va a decir, sus ocurrencias y gracias toman un tinte diferente y aumentan cuando está un poco tomado (como ahora), escucharlo así es un poco divertido.
Y no voy a negar que un poco de diversión es lo que necesito. Recién hoy fue el día que volví a mi casa después de más de un mes estando afuera. La razón: una misión fallida. Todo iba bien cuando escoltaba a un ingeniero nuclear a las afueras de Irán, hasta que dispararon a nuestras llantas y perdí el control del vehículo. Caímos por un acantilado, los dos logramos sobrevivir pero el atacante —que no logré identificar en el momento y todavía no lo hago— le disparó al ingeniero a través de mí. Él murió en el acto, yo recibí un disparo en el abdomen que salió expulsado en la parte baja de mi espalda. Fue suerte que no se haya comprometido ningún órgano o nervio importante, me dijeron los doctores de SHIELD. Pasé un mes internada en el sanatorio del establecimiento (algo que no le comenté al arquero, él cree que todo ese tiempo seguía de misión), mejorando más lento de lo que hubiera querido, y martirizándome por haber fallado de esa manera, repasando en mi memoria la imagen de ese sujeto.
Estaba segura que al llegar a casa iba a hacer lo que siempre hacía: comer, darme un baño y tomar una siesta, hábito que adquirí gracias a Barton, y además, seguir reprochándome por no cuidar la vida de ese hombre, cuando él me la había confiado a mis manos. Pero el mensaje que recibí luego de despertarme de Barton lo había cambiado todo un poco. Noté que él quería verme tanto como yo a él. Propuso una cena, y honestamente yo no estaba (ni estoy) de humor para algo tan formal y tranquilo. Necesitaba llevar mis pensamientos a otro lado, ignorar el dolor que mi cuerpo todavía siente y ahogar mi frustración con alcohol, y para rememorar los viejos tiempo, yo propuse mejor un bar. Él tardó, pero aceptó.
—Te escucho —digo, cuando noto que él no va a proseguir hasta escucharme hablar.
Le vuelve a dar un trago a su ¿cuarta ya? cerveza y se relame los labios, un signo de que se prepara para hablar.
—Vámonos de vacaciones juntos —me pide y me toma por sorpresa.
Por un momento creí que su propuesta se iba a tratar de una con índoles sexuales (y me permití imaginarlo con detalle), y por alguna razón eso despertó mi atención. Se me escapa una risa que la corto al instante. Barton parece no notar en lo que en realidad estaba pensando.
—Hagamos coincidir nuestras fechas de vacaciones y vayámonos juntos —sugiere él. Su tono de voz, a diferencia del que tenía hace varios minutos atrás, cuando llegué al bar, ahora parece más animado.
—Es una buena idea, ¿y a dónde me llevarías? —pregunto, manteniendo mi nivel de curiosidad en mi voz y mi ceja inquisitiva todavía alzada. Y si eso es un juego o algo que dirige a otro camino, se lo voy a seguir. Con el Clinton pasado de copas me cuesta un poco distingir cuando se trata de algo serio o no.
En el rostro de Barton aparece una sonrisa divertida, como la sonrisa de un niño que está a punto de cometer una travesura, y eso me da un indicio de lo que va a responder.
—A la playa.
Pongo los ojos en blanco y resoplo, pero la respuesta no me toma desprevenida.
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13 BULLETS
Fanfiction"¿Cuántas balas se necesitan para sobrevivir?" •17 ARROWS - Punto de vista de Natasha• |Fanfic Clintasha| [Itsamelon - agost. 2017 / febr. 2018]