El conserje de la escuela caminaba animadamente hacia el comedor de la escuela. En cuanto sintió ese desagradable olor que desprendía el área de la cocina. El hombre veía como alguien introducía lentamente el cuerpo de alguien en una bolsa de basura, en cuanto los ojos del hombre y la persona que hacía aquella cosa tan macabra se cruzaron, pudo sentir como aquella bala se incrustaba en su pecho.
El asesino había matado a dos personas más.
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Las sirenas no paraban de soñar alrededor del lugar, las ambulancias llegaron y se llevaron los cuerpos. Al parecer el asesino había matado a otra persona, había matado a el estudiante: Kunipimug Buwakul. Un estudiante de intercambio que se había mudado a Corea a tan solo un par de meses. Los brazos del chico habían sido cortados limpiamente al igual que su pierna derecha. Su nariz sangraba y tenía moretones en la espalda. Hace unos días había faltado a clases, pero nadie había sospechado. ¿Por qué lo había matado? ¿Había alguna pista de eso? Aún no, el asesino había sido muy listo.
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—¡Chaeyoung!—exclamó Nayeon, haciendo que la menor girara a verla. —¿Pasa algo?—preguntó Chaeyoung. —¿Has visto a Mina?—preguntó la mayor. —Lo siento, no la he visto—La mayor estaba dispuesta a irse en cuanto Chaeyoung habló—. ¿Por qué no viniste con nosotras ayer, unnie?—preguntó. —Oh, perdón, estaba con Mina—respondió con una sonrisa. —Bueno, ten suerte en buscar a tu novia—dijo Chaeyoung dejando que se fuera. Últimamente, Nayeon estaba muy pegada a Mina, pero Chaeyoung supuso que era porque recientemente habían comenzado a salir.
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Chaeyoung estaba con Tzuyu saliendo de su clase dirigiéndose al comedor ya que al fin era receso, las chicas esperaban a que Dahyun saliera de su clase en la mesa en la que siempre se sentaban. En fin, las dos chicas se aburrieron de esperar y fueron a comprar comida ya que estaban hambrientas. Chaeyoung recibió su comida, Tzuyu también, pero a la hora en la que la más alta comenzó a comer casi se atraganta con un pedazo de arroz en el que cuando escupió encontró una asquerosa bola de papel. Ellas ya sabían lo que le había pasado a su compañero: Kunipimug o como solían llamarlo: BamBam, sin embargo no se les había ocurrido "investigar" por ahí. Tzuyu meditó el momento por unos cuantos segundos, y, aunque le diese muchísimo asco, desenvolvió el papel y trató de descifrar si había algo escrito, y efectivamente lo había y decía que el siguiente era... —¿Chaeyoung puedes leer eso?—dijo enseñándole el trozo papel babeado. —Dice...—Chaeyoung entrecerró sus ojos lo más que pudo para poder alcanzar a leer algo de lo que decía—, dice el siguiente es—dijo mirando a Tzuyu. —Ya lo sé, ya lo sé, pero hay una palabra abajo de eso, ¿no la ves?—Chaeyoung trató de leer lo que decía pero falló. —Lo siento, no puedo leerlo. Al parecer tu saliva lo corrió—dijo Chaeyoung. —¡Demonios!—exclamó la menor. Tzuyu temía lo peor, pues sabía que iban a encontrar a la siguiente víctima pronto.
