—Oye unnie, estoy preocupada por Mina, ¿crees que le haya pasado algo?—preguntó Dahyun a Nayeon. —No creo que le haya pasado algo malo, pero, ¿por qué dices eso?—preguntó Nayeon. —Bueno, hoy faltó la primera hora, y ella nunca falta—dijo Dahyun. —Oh, ya sabes cómo es ella. Ayer salió conmigo, y bueno, llegó un poco tarde a su casa—respondió Nayeon. —Bueno, gracias, me alegra que esté bien—En eso apareció Chaeyoung. —¿Vamos?—le dijo Chaeyoung a Dahyun. Dahyun se levantó de su asiento para poder acompañar a la menor. Las dos chicas comenzaron a caminar y Dahyun decidió preguntar algo: —¿Por qué te tardaste tanto?—preguntó Dahyun. —Escucha, ¿recuerdas a aquel policía de la otra vez?—preguntó Chaeyoung. Aunque no recibió respuesta alguna, solo un pequeño mohín proveniente de la menor—. Ya sabes, el policía que insultaste, al que le dijiste que no te importaba una mierda el director. —¡Ah! Sí, sí lo recuerdo. Y, ¿qué pasó con él?—preguntó Dahyun. —Hace unos minutos me llamaron a la oficina del director porque el director quería hablar con él y conmigo. El director dijo que sus computadoras estaban todas dañadas, y que las había tratado de arreglar toda la semana, y que no quería que ningún estudiante pensara que podía hacer lo que quisiera dentro del salón. Incluso nos enseñó las computadoras. —Hmm, igualmente no podemos tacharlo de nuestra lista—comentó Dahyun. —Oh, claro que no—añadió Chaeyoung mientras llegaban a la entrada de la cafetería.
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—Oye mejor amiga—dijo Nayeon dirigiéndose a Jeongyeon. —Hola, ¿qué pasa?—preguntó Jeongyeon. —Nada más era para decirte que enserio siento no haber asistido a tu casa a hacer el trabajo—dijo Nayeon. —No importa, aún no lo hemos terminado igual—respondió la menor. —En fin, nada más era para decirte eso—dijo Nayeon mientras se despedía con una sonrisa.
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Momo estaba asustada, se sentía una idiota. Momo sabía que a Tzuyu le había pasado algo, ella sabía que ella no estaba en la casa de su abuela. Debió de haberle insistido en que le dijera quién pensaba que era. En eso, se le ocurrió decirle a las demás lo que había ocurrido. Momo corrió rápidamente a la cafetería, ella sabía que Chae y Dubu siempre estaban ahí. —¡Chaeng!—gritó, atrayendo la atención de toda la gente que había ahí. —¿Momo?, ¿qué pasó?, ¿por qué... lloras?—preguntó Chaeyoung. —¡Es Tzuyu! Yo sé que ella no se encuentra bien—dijo entre sollozos. —Cálmate unnie, hablemos esto afuera. Aquí no es buen lugar—dijo Dahyun.
