Tarde o temprano vas a ser mía

Capítulo 29: Música y ropa

Cuando Undyne levantó la última de las cajas, Whisk presionó la pesada bolsa negra de la cámara más cerca de su pecho y lentamente siguió al monstruo hasta la casa de los Dreemurrs. Sus pasos eran pesados, sus ojos estaban punzantes, sus orejas vendadas aún palpitaban, y la necesidad de vomitar se hacía cada vez más fuerte con cada paso que daba hacia la casita de campo engañosamente acogedora y linda.

Fue casi divertido de una manera realmente desquiciada. Whisk honestamente pensó que la casa de los Dreemurrs sería similar a una mansión con forma de castillo. Sería el tipo de hogar que no solo mostraría su riqueza ilimitada, sino que también daría a cualquier transeúnte la impresión de que podría haber una sala de tortura en el sótano.

Sin embargo, para ver algo tan acogedor y tan simple como esto? Si alguna vez hubo un momento en que la frase "no juzgar un libro por su portada" podría aplicarse, sería ahora. Este pequeño hogar bien podría ser la propiedad más encantadora que Whisk haya visto jamás. La casa estaba pintada de un suave y acogedor color lavanda con las flores doradas de Don Dreemurr decorando los lados de la pasarela, lo que significaba que su gran jardín legendario debía estar en la parte posterior de la casa.

En lo que respecta a Whisk, tener un lindo y pequeño hogar como este era una manera ingeniosa de evitar que los infames enemigos de la pareja cabra supieran dónde vivían. Nadie miraría esta casa y sospecharía que ocultaba la locura, la crueldad y la violencia que muchos asociaban con Don y Lady Dreemurr.

Hizo que Whisk se preguntara brevemente cuántas personas involuntariamente se sintieron atraídas por una falsa sensación de seguridad cuando vieron este hogar. ¿Vieron las flores y el césped bien cuidado y se negaron a creer que esta pareja de ancianos era peligrosa? Por supuesto, los Dreemurrs no fueron los únicos que se escondieron detrás de tanta belleza.

Whisk pensó en Grillby. Silencioso y reservado Grillby. El dueño del bar de poca monta que se vistió muy bien y brindó a todos sus clientes un servicio tan maravilloso. También estaba Mettaton. El encantador y enérgico experto en moda / presentador de radio en el que tantos monstruos ricos confiaron para su entretenimiento.

Y luego estoy yo, pensó Whisk, apretando su buena garra en un puño. Aquí estoy para ayudar a humillar y mutilar a una mujer que no me hizo ningún daño, pensó miserablemente, congelando a mitad de camino para dejar escapar una risa ahogada llena de desesperación, odio a sí mismo y auto-disgusto cuando la comprensión lo golpeó.

Cuando Mettaton le dijo que iban a arrancar trozos del cuerpo de ese humano y engañarla para la diversión de los Dreemurrs, Whisk sabía que su superestrella robótica jefe estaba diciendo la verdad, pero siendo el pequeño gusano repugnante que sabía que era, Whisk realmente había logrado mantener esos hechos particulares fuera de su mente durante todo el día de ayer.

Fue fácil también. Todo lo que tenía que hacer era concentrarse en trabajar en el Burger Emporium... solo concéntrarse en su trabajo, sonreír y hacer que los clientes se sientan bien. Escucha sus órdenes cuidadosamente. Diles mentiras sobre lo bueno que es trabajar para Mettaton. Dañar sus pedidos para que se vea forzado a volver a hacerlo, y si todo eso falla, solo levante y tira de una de sus orejas heridas y concéntrate en el dolor.

Así que muy, muy fácil y fue tan fácil esta mañana no pensar en ese humano. Mettaton cepilló el pelaje del felino hasta que brilló y lo vistió con una costosa camisa de vestir rosa y pantalones negros, para que no "insultara a los encantadores Dreemurrs entrando a su casa" a su manera sarcástica habitual, Whisk se convenció a sí mismo de que él y Mettaton simplemente cumplían un pedido perfectamente normal de "glamorizar" a una persona adinerada. Fue algo que Mettaton hizo en ocasiones para otros monstruos si el precio era correcto.