Frisk oyó que la primera canción de la banda terminaba por la puerta del baño y los aplausos que siguieron fueron ensordecedores en comparación con la reacción de la audiencia cuando cantaba para ellos. Ella realmente no podía decir que estaba celosa. Escuchó que los hombres de la banda eran increíblemente talentosos y tampoco le dolía el hermoso aspecto de sus mujeres. Además, cuando todo se resumía, Frisk sabía que merecían más amor que ella cuando se trataba de aplausos. Ellos claramente aún tenían pasión por su talento musical. Frisk despreciaba su habilidad para cantar, por lo que era correcto que las personas que amaban lo que hacían recibieran las recompensas.
Mientras el público se calmaba, esperando impacientemente a que la siguiente canción de la banda de jazz comenzara, sería en este mismo momento que Frisk podría haber gritado pidiendo ayuda y las posibilidades de que alguien la escuchara hubieran sido buenas.
Sin embargo, el viento y los gritos quedaron fuera de ella cuando el enorme esqueleto la golpeó contra la pared. Pero el breve dolor y la dificultad para respirar no fueron las únicas cosas que sintió.
Más allá del fuerte y despiadado agarre del monstruo esquelético que la sujetaba a la pared, Frisk sintió algo más en su cuerpo también. Algo pesado y desagradable que se había centrado en su pecho, como una especie de peso invisible. Por un momento, Frisk pensó que la había aterrorizado tanto que estaba teniendo un ataque al corazón.
Pero tan rápido como ese pensamiento entró en su mente, lo descartó. Sí, su corazón latía a mil por un segundo y, sí, el miedo nublaba sus pensamientos, pero ¿no se supone que los ataques cardíacos son dolorosos? Lo que sea que le estaba pasando a su pecho era incómodo, pero no era doloroso. Era inusual, pero no se sentía en peligro mortal. El esqueleto, por otro lado, se sentía bastante amenazante.
Ella lo miró a la cara y jadeó en estado de shock. Sus cuencas oculares aún estaban oscuras, pero había un tenue humo rojo saliendo de su zócalo izquierdo. Le recordaba el humo rojo que producían sus cigarros que se curvaban en diseños que casi parecían patrones cráneos antes de evaporarse. Pero eso podría haber sido solo su imaginación, mezclado con la mala iluminación de la discoteca.
Tragó saliva e intentó hacer coincidir su mirada lo mejor que pudo. Como dijo su padre, si muestras tu miedo, te comerán vivo en esta ciudad. Por supuesto, este monstruo probablemente sabía que estaba aterrorizada, pero no le iba a dar más miedo de lo que ya tenía.
Así que ella cerro sus parpados, trató de controlar su temblor y le dio su mejor mirada de "qué mejor te alejas de mí". Ella sabía que falló, sin embargo. Realmente no se puede intimidar a alguien que puede parecer enojado y mantener una gran sonrisa de dientes afilados en su rostro al mismo tiempo. Le hizo preguntarse si siquiera podría fruncir el ceño en absoluto.
Él le soltó los hombros y Frisk trató de correr, trató de moverse, trató de alejarlo, trató de hacer cualquier cosa, pero su cuerpo no la dejó. Era como si estuviera congelada en el lugar. Y esa pesada presión invisible en su pecho pareció aumentar de peso.
Frisk reprimió un gemido de miedo mientras golpeaba con ambas manos a cada lado de su cabeza dejando abolladuras en la pared de metal, y se inclinaba hacia abajo para que estuvieran al mismo nivel el uno del otro.
-"¿No te gusta lo que ves?" Repitió lenta y cuidadosamente. -"Bueno, ¿no eres una insultante pequeña cosa grosera" dijo el imponente esqueleto.
La diversión que estaba en su voz segundos atrás desapareció. Al principio Frisk realmente no podía creer que realmente dijera eso. ¿Estaba realmente insultado porque no estaba totalmente emocionada de ser abordada en un baño de mujeres por un hombre que nunca conoció? ¿En serio solo la llamó "grosera"? ¿Estaba bromeando? Una mirada a su cara y ese loco humo rojo que ahora se derramaba tan espeso como la niebla de su cuenca era suficiente para asegurarle que definitivamente iba enserio.
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Tarde o temprano vas a ser mía
Hayran Kurgu"Frisk cantaba para ganarse la vida. Cantó en clubes que estaban poblados por mafiosos, asesinos y los criminales más violentos que su ciudad tenía para ofrecer. Honestamente pensó que las cosas no podrían empeorar hasta que la corrupción en la form...