Tarde o temprano vas a ser mía

Capítulo 33: Comentando a la brisa

-"¡Y luego parecía que iba a atacarme!" Mettaton terminó, su voz se elevó dramáticamente, casi resquebrajándose por la emoción cuando tomó un trago extrañamente grande de su bebida muy rosada antes de regresar el vaso delicadamente.

Grillby levantó una ceja pero no dijo nada cuando Mettaton gimió en voz alta y se cubrió los ojos con una de sus manos, casi como si la misma experiencia lo hubiera traumatizado y continuaba persiguiendo al popular locutor de radio. Intentó no poner los ojos en blanco ante el acto dramático del robot.

-"Simplemente fue ... uno de los peores momentos de mi vida, ver a alguien mirarme con tanto desdén y odio, especialmente cuando contraté a este monstruo en particular, justo después de que me robara ¡El mismo idiota! "

Con esa declaración, la falsa expresión de desesperación de Mettaton se convirtió en una de altanera molestia, cruzó ambos brazos y miró hacia el techo con la nariz en el aire.

-"Todo lo que puedo decir es que mi empleado es muy, muy, muy afortunado de que trabaje para alguien tan indulgente como yo y no tenga un jefe tan duro como Asgore. OH- ", Mettaton se estremeció, pero lo hizo con una sonrisa torcida en su rostro. -"Quemaría a Burgerpants, no sería más que un montón de cenizas incluso antes de que salieran sus garras si lo intentara con Asgore".

Ante la mención del don, Grillby se volvió un poco para mirar hacia la puerta detrás de su barra. Había pasado una hora desde que Grillby había puesto ese collar mágico de sujeción en el cuello de Sans y lo había dejado atado con el Don y su maloliente pescado lacayo. Desde entonces, nadie había subido desde el subterráneo al primer piso del bar.

Si no hubiera encontrado a Sans Gaster tan patético como ese felino (bueno, tal vez no, TAN patético), podría haber sentido pena por su mejor cliente de SNOWDIN, pero ... tres mil monedas de oro para mantener a Sans en el sótano de su bar. Con el cuello y la mordaza hasta su muerte final, fue una buena compensación por lo brutal que fue su hermano.

Toda la situación fue bastante cómica si Grillby lo dijese. El Don había estado enviando a sus pequeños espías a su bar de SNOWDIN durante años para descubrir todo lo que pudieran sobre la familia bastarda de Gaster y ninguno de ellos podía sacar nada de Sans en su peor estado de embriaguez. Y Grillby observó a los espías de Don también esforzarse. La mayoría de ellos intentaron ser mejores amigos con él, y Grillby recordó un incidente en el que Sans casi había destruido la cara de un compañero con su mano anillada cuando el chico había tratado de poner su brazo alrededor de los hombros de Sans.

Oh, sí, todos los espías de Don regresaron con las manos vacías ... bueno, todos excepto Muffet, que no había regresado en absoluto. Antes de que ese bastardo casi lo matara y destruyera su bar, y después de tantos intentos fallidos de sacarle algo a Sans, Muffet le había dicho que iba a intentar matar al imbécil de Wingdings y conseguir esa enorme recompensa de oro que sabía que el Don le daría. .
Grillby no tuvo que preguntarse demasiado para saber cómo había ido ese plan.

¿Quién hubiera sabido que después de años de intentos fallidos, ese jodido Sans sería al que se encontraría en su territorio como el objetivo más fácil del mundo? Definitivamente no Don Dreemurr, eso era seguro.

Ahora, la pregunta era ¿por qué demonios se aventuraría Sans en HOTLAND? Lo aceptaba estaba borracho, pero Grillby lo había visto en estados mucho peores de lo que había estado esa noche, y nunca en ninguna de esas ocasiones probó algo tan peligroso o tan estúpido como este truco.

Oh, bueno ... el Don se daría cuenta de esa respuesta lo suficientemente pronto junto con por qué Wingdings Gaster se había instalado en SURFACE CITY. Por supuesto, Don Dreemurr todavía quería que Jim hiciera preguntas en la ciudad humana. Jim tenía contactos con personas que trabajaban para el Don humano (o eso decía) y después de descubrir que no iba a necesitarlo para pasar la noche, Grillby envió a su hogar al humanos justo después de que Asgore le ordenara con brusquedad que "averiguara qué parte de la ciudad que los Gasters tenían y por qué ".