37

2 0 0
                                    


37


A pesar de que intenté que los días se alargasen y te dieran tiempo de volver, llegó lo inevitable: me iría la próxima semana, y posiblemente mi celular estaría muerto una vez haber llegado allá, por la falta de señal.


Piedras impactaban contra mi ventana, y me apresuré a asomarme, deseando que seas tú. Pero como siempre, me equivoqué. Era tu mejor amiga, Mayo –A quien sólo había podido ver unas pocas veces contigo en la cafetería–.


—¿Qué pasa? —Me asomé por aquel ventanal que cubría gran parte de una de las paredes de mi habitación.


—Eh... Yo... No sé cómo decirte esto —Atinó a decir.—Pero debo ser... Sincera. Eh, bueno... Millie desapareció, y ahm... Me gustaría que me ayudaras a —Respiró durante un momento, calmando sus nervios.—A buscarla. Sus hermanos están muriendo de preocupación, y yo... No sé qué hacer. Eh, ella me ha hablado de ti y... Pensé que lo mejor sería pedirte ayuda.


Antes de que pudiese continuar soltando todo un diálogo mientras tartamudeaba, sólo asentí y bajé al primer piso, con una mochila llena de provisiones para poder hallarte, sin importarme el tiempo que me tomaría eso.

Antes de que pudiese continuar soltando todo un diálogo mientras tartamudeaba, sólo asentí y bajé al primer piso, con una mochila llena de provisiones para poder hallarte, sin importarme el tiempo que me tomaría eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sana Obsesión © [Destinados]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora