Después de hacer el amor con Yuki de nuevo, me volví a quedar dormido. Miré el reloj en la pared al despertar, era la 1 pm y mi chica ya no se encontraba en la habitación. Y probablemente tampoco en la universidad.
- Desapareciste anoche. -dijo.
- ¡Dante! -grité asustado.
De hecho, creo que me cagué encima.
- ¿A dónde fuiste? -estaba acostado en la cama de al lado y apoyado en la pared mientras le daba una hojeada a una de sus tantas revistas porno.
- Y-yo... -me ruboricé un poco al recordar y mi amigo sonrió- Estuve con alguien.
- ¿Alguien? -tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras quitaba uno de los audífonos que traía puestos- ¿Quién es?, ¿es del género femenino, verdad?
- S-sí.
- ¿La conozco?, ¿es sexy? -Dante sólo se interesaba en temas sexuales.
- Yuki -reí pícaramente. Pero a él no le gustó oír ese nombre, y su sonrisa se desvaneció.
- ¿Otra vez esa chica? -preguntó.
- ¿Cómo que "otra vez"? -me confundí- Es la primera vez que estoy con ella.
- Pero no es la primera vez que me platicas de ella.
- Lo sé, -reí de nuevo- me trae loco.
- Es extraño.
- ¿Qué? -fruncí el ceño.
- Llevas un año hablando de ella -dijo- y nunca la he visto, ni te he visto con e...
- Cogimos. -solté, haciendo que él sólo riera.
- ¿Qué? -preguntó con una sonrisa sarcástica- Joel, debes inventarte mejores cosas que eso.
- ¡Es cierto! -grité- Ayer, antes de que el baile terminara salimos a tomar un poco de aire y me besó, ella quiso seguir y decidí traerla aquí. Lo hicimos toda la noche.
- Cálmate, por Dios. -No paraba de reír, una de sus manos se encontraba en su estómago a modo de que no aguantaba la risa.
- ¿No me crees? -negó con la cabeza- Mira. -quité la colcha que cubría mi cuerpo, dejando ver en las sábanas la mancha de sangre que Yuki había dejado como prueba de amor.
- ¿Qué? -frunció el ceño; este chico en verdad necesitaba que le explicaran todo con peras y manzanas.
- Estás lejos, tienes que acercarte para ver.
- ¿Es una treta para que vea tu "amiguito"? -vi asco en su cara.
Idiota.
- Sólo acércate idiota. -se levantó de su cama y caminó a la mía. Ahí estaba, aquella pequeña mancha que me hacía sentir el macho más macho de los machos.
- ¿Qué se supone que estoy viendo? -me volteó a ver después de unos segundos de buscar.
- ¿Q-Qué acaso no la ves? -pregunté completamente confundido.
- No. No veo nada más que tus horribles piernas de pollo peludas.
- Muy chistoso, -dije- ¡ahí está, coño!
- Deja de usar esa palabra, ni siquiera te acercas a ser español. -rio.
- No lo entiendo.
- Tampoco yo. -dijo, negando con la cabeza- No entiendo cómo puedes ser tan inventa-cuentos.
- No lo soy. -repliqué- Realmente ocurrió.
- En fin, tengo que ir con Regina; -se acercó al clóset, de donde sacó mi chaqueta roja, parecida a la de Michael Jackson- porque YO sí voy a tener acción esta noche -dijo recalcando el yo.
- Suerte con eso.
Después de que Dante se fue, me puse a pensar en dos teorías: o mi amigo es un idiota, o es ciego. La mancha estaba ahí, en frente de mi nariz. Yo sé que la pudo ver.
Tomé las sábanas y las deposité en el cesto de la ropa sucia; iría al cuarto de lavado más tarde.
No tenía nada qué probarle a Dante. Sabía lo que había pasado.
Heeeeey, aquí Sandy de nuevo.♡
Si has llegado hasta aquí, es porque al menos te gustó el primer capítulo y no sabes cómo te agradezco esoooooo.
En fin, ¡no olvides dejar tú comentario y votar! Te lo pido de corazón.
También, en esta sección puedes decirme qué piensas de los dibujos de cada capítulo en multimedia. Yo hago todos y con mucho amor. También estoy a penas en el mundo del dibujo electrónico, jajaja.¡Sigue leyendo!
Sayounara. ♡
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Menos mal que existes (y no tengo que imaginarte).
Teen FictionEn una mente cerrada, donde todo lo que conocía estaba dentro de él; una persona llega sin avisar y pone su mundo patas arriba. Por fin conoce a alguien que logra sacarlo de su propia realidad. Porque ella existe... ¿Cierto?