CAPÍTULO 3.

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> Unas semanas después <

Rocié la loción que había elegido Yuki una vez que fuimos al centro comercial. Era regreso a clases, volvería ver a la chica que me volvía loco; estaba dispuesto a pedirle que fuera mi novia.

Me coloqué mis jeans rasgados que sabía que a ella le encantaban. Planché mi camisa negra a cuadros rojos y para combinar, mis Vans rojas.

Este va a ser mi día; me repetía seguido.

Colgué en mi hombro mi mochila con pins de Naruto por todas partes y salí de mi habitación junto con Dante, quien se encontró a Regina enseguida. Presencié su show de besos.

- Hola, Joel. -me sonrió la rubia mientras mi amigo besaba su cuello.

- ¿Qué tal, Regina? -alcé un poco mi barbilla.

- ¿Tú no tienes a nadie que te esté esperando después de vacaciones? -hizo una mueca de tristeza muy falsa.

- De hecho... -me ruboricé y Dante me interrumpió.

- Sólo a su amiga imaginaria. -rio- A la que según le quitó la virginidad.

- No es imaginaria. -estaba un poco fastidiado de la misma charla desde hacía 2 semanas.

- ¿Le quitaste la virginidad? -preguntó la novia de mi amigo- Dios, yo no soy virgen desde que tengo memoria.

- Estoy excitado. -dijo Dante mientras pasaba sus manos por todo el escultural cuerpo de Regina.

También yo.

Me había excitado, pero siempre a causa de las puti-faldas que usaba Regina y su manera tan caliente de hablar.

Me aburrí de ver la pornografía en vivo de dos universitarios calientes y me dirigí a mi casillero. Tomé algunos libros que no eran de la clase, pues ya sabía todo sobre todas las materias; soy un genio, así que realmente no tenía por qué estar ahí, sólo debía hacer acto de presencia para aprobar. También tomé mis audífonos que conecté a mi MP3 rojo, y el cover de Marilyn Manson - "Personal Jesus" comenzó a sonar.

Antes de entrar a Evolución, me dieron ganas de hacer pipí así que fui al sanitario. Cuando terminé, subí mi cremallera y me lavé las manos. De pronto, escuché un sonido horrible. Era como el sonido de varias patitas caminando felizmente por la vida.

Por el reflejo del espejo arriba del lavamanos, sólo pude ver una figura bastante rara que estaba pegada a la pared y se arrastraba por toda ella: era un círculo con tal vez 10 ojos en él, todos me veían fijamente; tenía la boca llena de filosos dientes y chorreaba un líquido color azul. Bueno, realmente no podía distinguir mucho el color, sólo tenía un tono azulado.

Volteé hacia donde se encontraba, pero ya no estaba. Regresé la mirada al lavabo, me eché agua en la cara para refrescarme un poco. Cuando vi por el espejo, aquella figura estaba de vuelta. Volteé de nuevo y desapareció.

¿Por qué no dejan de aparecer?

Me tallé los ojos y salí casi corriendo del baño. Comencé a caminar en dirección a mi salón. Traté de calmarme respirando profundo y pensando en otras cosas; y cuando lo había logrado casi por completo, escuché mi nombre.

¡Déjenme solo!

"Joel..."

Todo se empezó a tornar borroso y dar vueltas. Sentía que me desmayaría, y estaba dispuesto a salir corriendo pero no podía. Así que opté por caminar lenta pero astutamente, cuando sentí que tiraron de mi brazo con fuerza hacia el cuarto de limpieza, justo al lado del salón donde se suponía debía tomar clases.

El cuarto estaba completamente oscuro; sentí el miedo y la adrenalina recorrer todo mi cuerpo. La mano que me había jalado seguía en mi brazo, tomándome con fuerza.

- Hola, guapo. -susurraron en mi oído y en ese momento, se prendió la luz. Cuando no me molestó más la vista, vi a Yuki sonriéndome tan tierna como siempre.

- Yuki, -dije- ¿qué haces?

- Tenía muchísimas ganas de verte, ya no aguantaba más, -hizo un pequeño puchero- ¿No me extrañaste?

- Claro que sí. -la abracé instintivamente.

- Jnqodwnjn ef soiwjfefme. -estaba pegada a mi pecho, así que no le entendí.

- ¿Qué? -reí.

- Que dos semanas fueron una eternidad sin ti. -rio de igual forma.

- También sin ti. -la tomé de la mejilla y besé sus labios. Rodeó mi cuello con sus brazos y como pudo subió sus piernas para también rodear mis piernas.

- Lo sé, -se separó de mi- soy una persona extrañable.

Después de unos minutos de estarnos besando, me di cuenta que faltaba poco para que mi clase de Evolución Psicoafectiva comenzara, así que decidimos salir del cuarto de limpieza.

-¿Te llevo hasta tu salón? -le pregunté, mientras caminábamos de la mano.

- Eres todo un caballero. - pestañeó varias veces, sabiendo que eso me mataba de la risa. Caminamos un rato y subimos las escaleras hasta el aula 7, donde le tocaba Álgebra.

- Hey. -dije, y sonó la campana para cambio de clases. Todos empezaron a salir.

- Tengo que entrar, Joel. -me dio un beso en la mejilla.

- ¿Quieres ser mi novia? -dije armado de valor mientras las personas pasaban interponiéndose entre nosotros para entrar al salón. Yuki se quedó paralizada.

- Tu... ¿Tu novia? -preguntó por fin.

- Sí. -asentí- Ya es hora, ¿no crees?

- Lleva mucho tiempo siendo hora. -volvió a colgarse de mí cuando las personas dejaron de pasar entre nosotros y me dio un tierno beso- ¿Eso responde tu pregunta?

- Sí. -sentí cómo en mi rostro estaba una sonrisa embobada.

- Nos vemos al rato. -me sonrió mientras entraba con lentitud al salón de clases.

- ¿Comemos juntos? -dije un poco alto.

- Sí, claro. -me mandó un beso con la mano.

¡TENGO NOVIA!







HOLA DE NUEVOOOOOOO. ♡

Gracias por haber llegado tan lejos. Es mucho más de lo que hubiera esperado xd
Ojalá la historia esté siendo de tu agrado.
¿A poco no te da curiosidad que es esa criatura que vio Joel cuando fue a hacer chis? Quédate y descúbrelooooooo.
¡Ve el dibujo en multimedia!

Sayounara.♡

Menos mal que existes (y no tengo que imaginarte).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora