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- ¿Tyler? – susurró. Corrí a su lado para poder tomar su mano.

- Connor – me agaché para poder tomar su pequeña cabeza con cuidado y abrazarlo.

- Mami – comenzó a llorar.

- Ya mi amor. – acaricié su rubio cabello. – estoy aquí. No pasa nada.

- Es que yo – dice con pucheros.

- Connor, no pasa nada ¿sí? Estas bien. Eso es lo único que me importa. -asintió –

Connor miro su brazo y siguió el camino de la jeringa.

- Él es... - susurro.

- Si.

- ¿Qué hace acá?

- Solo vino a verte, pero ya se va, en unos minutos. Está durmiendo porque tiene sueño.

- No soy tan tonto mamá. – dijo.

- Sangre – dije y Connor hizo mueca de asco, yo sonreí.

- ¿Dónde está Tyler?

- Con Tasha.

- ¿Quién? – hizo una mueca.

- La madre de Thomas.

- ¿Tenemos que decirle Tasha o abuela?

- No sé – sonreí. El doctor dijo que cuando terminaran el traspaso de sangre nos podríamos ir.

- ¡AH! – gritaron detrás mío. Comenzó a tocar una luz verde que estaba a un lado del a camilla y una enfermera llego preocupada - ¡Sáqueme esto!

- - gritó, pensé que podría soportarlo - ¡Oh, mierda! ¡No!

- Señor, tiene que estar tranquilo, es solo una jeringa.

- ¡Sáquela! – comenzó a moverla.

- ¡Thomas! – grite.

- Está bien señora Flechert. La transfusión ha acabado – dijo mirando una pantalla donde no entendía nada. Lentamente procedió a quitarle todo a Thomas, como si quisiera hacerlo sufrir. Reí al ver el rostro espantado de Thomas.

- ¿Qué le pasa? – susurró Connor.

- Le teme a las agujas. – dije apuntando la que él tenía en su brazo.

- ¿Cómo Tyler? ¿Por qué?

- No lo sé – alce mis hombros.

Mi estómago sonó, no había comido desde hace horas y ésta es la hora exacta para el desayuno.

- ¿Cómo esta nuestra hermana? – pregunto.

- ¿Qué?

- Evan.

- Oh, esta bien. – reí.

- Genial, Tyler no la quiere, pero yo sí. – seguiría con esto unos días más, era gracioso.

- ¡Ah! – exclamó Thomas.

- ¡No puede ser tan miedoso, tienes 27 años! – exclamó la enfermera frustrada.

- Usted es la culpable, se demora un maldita eternidad para sacar una estúpida jeringa.

- ¡No me hable así!

- ¿Qué? Me ha dañado psicológicamente señora. – grito enojado, olvidándose que un niño estaba oyendo todo.

- ¡Está loco! – bufo la enfermera.

Comenzó a quitarle la jeringa a Connor, y se retiró llevándose los residuos.

- Vieja sin corazón – bufó. Lo miré con una sonrisa en la cara. Oh dios, seguía tan igual. – Lo siento, yo no debí decir todo eso.

- No, no debiste – quite la sonrisa de la cara y lo mire seria.

- Sabes que le tengo miedo a toda cosa con punta. – reí, claramente viendo el otro lado de sus palabras, Thomas decidió entender y se rió junto conmigo.

- Están locos – gruñe Connor.

- Loco es que me copies el peinado. – Thomas fulmina a Connor con la mirada.

- ¿Y? ¿Tienes problemas con eso? – se exaltó.

- ¡Connor! – lo regañe, Thomas tenia una sonrisa en su cara y lo miraba orgulloso.

- ¡Claro que lo tengo! No tienes estilo propio.

- Oh claro señor "miedoso a las agujas" – se burla Connor ¿Por qué estaba tan molesto? Él quería ver a Thomas.

- Gay. – lo fulmine con la mirada, ya era suficiente.

- Gay tu papá – le responde Connor.

- ¿Qué tiene que ver mi padre aquí? – pregunto Thomas, él ¿enserio esta peleando con un niño de ocho años? - llama al tuyo y hablamos. – Thomas sonrió. Connor me lanzo una mirada cómplice.

- Te presento a mi mamá – dijo feliz como si no hubiera pasado nada en el ultimo minuto. – seguro esta mucho mas hermosa que la tuya y es un excelente papá – dios, ahora entiendo todo. Connor esta molesto porque Thomas hizo que cayera de las escaleras y porque el idiota aun no se da cuenta que es su hijo.

- No discuto eso, campeón.

- ¡¿Estas coqueteando con mi mamá?!

- Connor para y tú también Thomas, es ridículo – hable por fin. – estas lo bastante grande para pelear con niños de ocho años, puedes irte ahora. Gracias por lo que hiciste por ambos, pero es hora de que te vayas.

- No me iré – hablo sentándose en la camilla – no soy tan estúpido como para no darme cuenta de que perfectamente podría ser mío también. Tampoco para no darme cuenta de que tenemos los mismos rasgos y las fechas coinciden. – me miro a la defensiva.

- No sabes lo que dices. – susurre. Connor no debería estas escuchando esto.

- Sé justo lo que debería de saber.

- ¡No! ¡No sabes! – mire a Connor que fulminaba a Thomas.

- Quiero una prueba.

Papá por accidente. (TBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora