Aquel 14 de febrero...

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Hace mucho que no me sentía así de nervioso...
Si me leías o te atraía tan solo porque te gustaban mis escritos, entonces ni este texto ni yo somos es para ti. Porque antes de escritor soy humano. Y esto es una ínfima parte de lo que soy. Hoy soy una persona normal, como tú.
Bueno, no. Eso sería mentir. A mi parecer no eres tan normal; siempre te me hiciste especial por tu forma tan rara de querer.

No, más bien⁦, el raro soy yo. Soy yo quien debe expresar su sentir de formas menos convencionales.
Y, sin embargo, aquí estoy. Cayendo en un cliché que odio. ¿Por qué en San Valentín? ¿No puedo dejar de contradecirme y hacer esto otro día? Porque, seamos sinceros. Cartas, regalos y palabras, todo en un día. Y el resto del año, ni una palabra, ni un detalle, nada.
Total... Quise evadir mis responsabilidades un rato y terminé escribiéndote. Vaya forma de pasar de un problema, a una situación peor. Y no porque me disgustes. Todo lo contrario.
Creo que te amo un poco.
Si, por todo lo que eres, y la forma en que has influído en mí, marcándome para siempre. Fuiste mi pasado, eres mi presente y serás mi futuro. (O la última quizás no, en caso de que esto se vaya al traste.) Pero sin importar qué pase, tú serás mi niña para siempre.
¿Sigues sin saber si hablo de ti? Voy a hablarte de tus ojos, sabes que adoro hacerlo. Amo la intensidad de tu mirada, y el cómo se enmarca cual dibujo celestial cuando la veo a través de tus pupilas.
No, no eres tú, la de los ojos de esmeralda, la del taxi picaresco.
No hablo de ti, aunque tus ojos llenos de lujuria me recuerden los íntimos encuentros en mi apartamento.
Y no, tampoco se trata de ti... Puede que haya pasado demasiado tiempo mirando tus ojos en aquél parque, que haya dicho que su figura es bonita por sus curvaturas y que te haya regalado ese anillo desde lo profundo de mi corazón, pero no, no se trata de ti.
Si lees esto y entras en alguna de las dos primeras categorías, formas parte de mi pasado. Si eres de la tercera, aún estás en mi presente; y puedes agradecerme u odiarme porque está carta no es sobre ti.
Abre los ojos. Se trata de ti. Creélo.
Si, de tí.

Quién sin importar el paso de los días, o lo absurdo de mis decisiones, firmemente escucha lo que tengo que decir⁦, sin importar lo banal que pueda ser, y sin odiarme por la "Memoria" que me cargo.
La de labios carnosos y discretos, con arco favorable. La de brillantes ojos oscuros.
Tú, linda chica, que me ayudaste a concluir este texto sin siquiera saberlo.
Cómo dije, hace mucho no estaba así de nervioso. Una disculpa si canté aún peor de lo habitual.

#Ferx

Sentimientos ocultos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora