Mi héroe.

Capitulo 8

-Daniel Oviedo, Jueves 14 de Marzo.
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Regreso a ese bar yo solo, ahí está, tiene ojeras por las horas a las que se acostó seguramente. Alza la mirada bajandola en cuanto sus castaños ojos y los mios chocan.
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-Buenos días. -le saludo.
-¿Que desea? -pregunta temblorosa.
-Café solo, porfavor. -digo sonriendo.
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Ella mira a su compañera la cual asiente, miro su cabello totalmente liso llegando a la conclusión que depende de la luz le da reflejos pelirrojos.
Me siento en una mesa donde pueda verla, mi gemelo entra en el bar y maldigo en silencio cuando rie al darse cuenta que ella es camarera.
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-Vaya hermanito, esto es mucho más enserio. -dice riendo.
-Callate la puta boca. -advierto.
-Aqui no me lanzas la telita. -murmura sacandome el dedo corazón.
-Ya verás cuando lleguemos a casa. -digo riendo sacandole el mismo dedo.
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Ella se acerca, deja el café sobre mi mesa, me mira fugazmente y agarro su brazo sintiendo como su piel cada vez que la toco es más suave.
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-Tome. -digo dandole el dinero del café.
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Se gira para cogerlo, me mira y asiente. Sigo con su brazo entre mis manos a la vez que busco el contacto visual.
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-Quedese la vuelta, pero solo usted señorita. -le susurro.
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Ella se va tras asentir, mi hermano rie y le advierto que pare con el tema ya que ni yo mismo se que me pasa con esa mujer.
Regreso a comisaría, mi compañero tiene una carpeta entre manos, lee los papeles del interior bastante serio y me acerco captando su atención.
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-Caso nuestro, lee tio, un tio, que es el de la foto, un tal Alfonso que se pilla un dineral vendiendo droga con una mujer. -dice mientras veo la foto y los papeles.
-¿De la chica no hay foto? -pregunto.
-No. -dice poniendose en pie.
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Él se va a por un café y me siento en mi mesa. Ella tenía el otro día un fajo de billetes, casi seis mil euros y regresó tarde.
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-Mierda, no puedes ser tú -digo golpeando la mesa...