Mi héroe.

Capitulo 45

~Daniel Oviedo, Martes 14 de Mayo.
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Conduzco lo más rapido que puedo tras escuchar su voz quebrada en el telefono, entro en comisaría y gracias al enchufe puedo estar mucho más tiempo con ella. Corro a abrazarla cuando entro en el calabozo, ella llora y toca mi cara.
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-Toma Daniel, ve a por ella, está en el coche, los policías no me dejaron hablar. -tiembla mientras me da las llaves.
-Te van a encerrar si me voy. -digo.
-Ve por ella mi niño, solo quiero saber que mi princesa está bien. -llora.
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Corro hacia mi coche y tras coducir abro su coche viendo como Leila llora al ver que está sola.
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-Papi estaba oscuro. -llora en mi hombro asustada.
-Ya mi princesa, estás con papi. -digo calmandola mientras la monto en mi coche.
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Regreso a la comisaría, un compañero me hace el favor de darle un zumo para que beba algo y se relaje mientras estoy con Vera.
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-Está bien. -digo cuando entro.
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Ella llora escondiendo su rostro entre sus rodillas en una esquina de la celda, me siento a su lado pasando mi brazo sobre ella y cierro los ojos mientras siento como me duele verla así.
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-Cuida de ella Daniel, es lo único que te suplico. -dice llorando.
-Vas a cuidarla tú. -digo con los ojos criatalinos.
-Me van a encerrar Dani, lo oiste: una más y para dentro. -llora.
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La pego a pecho negando la verdad, ella alza la vista buscando mis labios y la beso muy lento.
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-Se feliz y hazla feliz, es lo único que te pido.
-Vas a hacerme tú feliz, nadie más. -digo besando su frente.
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Ella mira al frente, nose porque el juez ha venido aquí pero está observandonos conmovido.
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-Oviedo, salga un momento. -dice.
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Beso sus labios antes de salir. Me lleva a la sala donde está Leila tiritando sobre un sofá, la cojo y afirmo mis dudas: tiene fiebre.
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-Ven aqui con papi.-digo rodeando su diminuto cuerpo con mi chaqueta.
-Oviedo, esa mujer está pasandolo mal. -dice serio.
-Ella necesita hacerlo para conseguir dinero y mantener a su bebe, con mi sueldo sobra pero ella se niega a ser mantenida. -digo.
-¿Es su padre? -pregunta mirandome.
-No de sangre, pero la amo tanto como un padre. -beso su cabecita.
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El juez mira al frente suspirando y me mira.
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-Hagamos una cosa: usted la convence de que lo deje y yo haré como que no sé nada de este tema. -dice serio.
-Gracias de verdad señor. -digo sonriendo.
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La bebé estornuda, rio mientras la llevo a Vera y veo como se pone en pie al verla pero me mira rara al ver mi sonrisa.
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-¿Que ocurre nene? -pregunta cansada.
-Ahora si nena, te toca ser feliz. -digo riendo...