Mi héroe.

Capitulo 43

~Vera Ruiz, Domingo 5 de Mayo.
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Mis manos tiemblan mientras bajo del coche, es el primer cambio de droga que hago sola y son muchos tios contra mí. Me meto en el callejón y veo a cuatro tios apoyandos en motos fumando que sonrien al verme.
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-¿Tú eres la chiquita del cambio? -dice uno.
-Si ¿el dinero? -pregunto seria.
-Aqui. -saca un fajo de billetes.
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Me acerco lentamente, me da el fajo cuando agarra el maletín, cuento los billetes y asiento.
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-Vaya, yo que pensabas que eras la puta.-reprocha uno.
-Me voy. -digo fría.
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Me giro, ellos rien y entro en mi coche suspirando. Cuento el dinero concentrada, siento una mano en mi muslo y me asusto al verle.
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-¿Que haces aqui dentro? -pregunto susurrando alterada ya que mi bebé está dormida.
-Deja eso. -dice serio.
-No te metas en mi vida. -digo seria guardando los billetes.
-El que no quieres que de meta en tu vida te la ha salvado varias veces. -reprocha.
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Mira a otro lado, toco su nuca enmascarada haciendo que me mire y suspiro.
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>1Parte
<2Parte
-No puedo dejarlo, necesito este dinero. -digo apenada.
-Tienes más maneras de conseguir dinero.
-¿Como? No estudié porque me echaron de casa y desde que tengo dieciseis estoy trabajando como una loca para hacer que mi hija sea feliz, no tengo más maneras. -digo llorando.
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Salgo del coche agobiada, me apoyo en el capó llorando y pega mi cabeza a su pecho.
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-Lo siento. -murmura.
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Lo abrazo, lloro sobre la araña de su traje mientras que siento como besa mi cabeza.
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-Tal vez por eso me gustas tanto, eres fuerte pero indefensa. -dice sonriendo.
-Ahora no estoy sola, pero siempre lo he estado. -le digo.
-El tio ese, el de la cita... vaya, voy a tener que hacerle una visitilla. -dice celoso.
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Golpeo su pecho riendo, paso mis brazos por sus hombros y el rodea mi cintura.
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-A ver como le explico a Daniel que le pongo los cuernos con una araña. -digo riendo.
-Bueno... he visto cosas más raras. -sonrie.
-Será nuestro pequeño secreo. -toco sus labios.
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Asiente mientras acerca sus labios a los mios. Roza el grosor de ambos, muerdo el suyo haciendo que agarre mi mejilla suavemente y me besa muy suavemente bajo el calor de su aliento y la humedad de su lengua. Esto es una puta locura Vera, pero esa locura es tu vida...