Mi héroe.

Capitulo 31

~Vera Ruiz, Martes 16 de Abril.
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Mi jefe niega con la cabeza y sonrio.
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-Eres muy buena vendiendo mercancía, si ese capullo te mete en la carcel me encargaré de matarle, pero tranquila, iré a hablar con él antes del juicio. -dice amable.
-¿Voy yo sola a los intercambios?
-Hasta nueva orden si, debe tener mucho cuidado señorita.
-Él no hacía mucho, siempre huía dejandome solo.
-Es un cobarde señorita, pero tranquila, yo me encargaré, no pienso dejar que ese capullo me quite a una de mis mejores camellas. -sonrie
-Gracias señor. -digo antes de salir.
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Me monto en el coche una vez estoy fuera de la gran casa de mi jefe, sonrio aliviada y miro el reloj: son las diez, mi pequeña debe estar jugando con Daniel.
Daniel... ese hombre tan misterioso y tan amable. Se que me ayuda por el simple hecho que su trabajo es defender y ayudar a las personas, me tranquiliza tenerlo cerca, además que se lleva genial con Leila.
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~Daniel Oviedo.
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Remuevo mi tupé, toco mi abdomen (el cual ya no tiene la marca del tipo que me disparó) y Leila rie aplaudiendo.
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-Dani. -me extiende los brazos.
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La cojo sentandola en mi regazo y ella toca mi rostro riendo.
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-Mi mami y tú. -hace un corazón con sus manitas haciendo que ria.
-Aún no princesa, aún no. -digo sonriendo.
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Llaman al timbre, me acerco con la pequeña andando costosamente junto a mi y ella grita emocionada al verla.
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-Gracias Daniel. -dice sonriendo.
-¿Está solucionado? -asiente.
-Solo necesito tener algo de suerte. -dice acariciando la cabeza de su hija.
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La pequeña gatea velozmente al sofá para seguir jugando, ella rie y le ofrezco pasar.
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-Bonito piso. -alaga.
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Sonrio, agarro su brazo cuando va a hacercarse a hija y me mira dudosa.
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-¿Podemos ir a la cocina? Necesito hablar contigo. -digo nervioso.
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Ella asiente, entramos en la cocina y saco vino. Ella sonrie indicandome que quiere y tras servirle y beber un poco de mi copa comienzo a hablar.
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-Lo de ayer de que hago esto porque soy policía ¿por qué piensas eso? -pregunto.
-Mirate y mirame ¿por qué un hombre como tu va a querer estar con una mujer como yo? Simplemente me ayudas porque te doy lastima y eres policia. -dice obvia.
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Se apoya en la encimera levemente y me pego mucho a su cuerpo. Me pego tanto a su piel que puedo notar como se eriza, como comienza a temblar sin saber que hacer hasta que soy yo el que agarra su mano y la lleva a mi nuca.
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-Jamás me han gustado las chicas a las que llaman gordas, pero mirate, eres hermosa y realmente nose que me sucede contigo, solo se que me gusta todo lo que voy descubriendo de ti. -murmuro mirandole.
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Mira a otro lado tímida, giro su rostro y pego nuestros labios en un beso lento y suave. No quiero hacerle notar que estoy desesperado por besarla las veinticuatro horas desde el minuto que la conocí, pero así es, esta mujer se ha colado en la piel de Daniel Oviedo...