LA APUESTA "TODO O NADA"

"EL CONTRATO"

CAPÍTULO #¿?

NARRA AUTOR.....

Un nuevo amanecer se elevaba gloriosamente sobre la ciudad de echo creek, otorgando un nuevo día de vida.

Para las personas que se encontraban en esa parte del mundo, las cuales daban gracias por un nuevo día.

Al despertar para comenzar a vivir nuevas experiencias, salvó por dos jóvenes almas.

Las cuales habían contemplado el atardecer y aquel nuevo amanecer, sin siquiera haber dormido un segundo.

Aquellas jóvenes almas, eran nuestro joven protagonista, y la joven de cabello blanco como la nieve.

Dichos jóvenes no habían descansado ni un solo instante, al sentirse realmente preocupados.

Por la incertidumbre de no saber el estado actual de salud, de la integrante menor de la familia díaz.

Después de haber firmado los documentos de aceptación, para la cirugía de la joven de sonrisa radiante.

El tiempo se sentía como si se desvaneciera, con la gran lentitud de un reloj de arena.

Haciendo que el miedo y la preocupación, comenzarán a consumir al mayor de los hermanos díaz.

Pero un suave pero firme apretón de manos, lo hacía volver a la realidad, brindándole el apoyo que tanto necesitaba en esos momentos.

La calidez que emanaba de la piel de la joven de ojos carmesí, transmitía un sentimiento de paz.

El cual se impregnaba, en lo más profundo del corazón del joven de ojos marrones.

Donde sin la necesidad de usar palabras, el mayor de la familia de dos integrantes, le hacía saber que todo estaría bien.*

Marco: gracias por estar aquí conmigo, a estas alturas ya hubiera colapsado sin no estuvieras aquí.

*Exclamó el joven de piel semi bronceada dulcemente, al momento que apretaba suavemente su mano.

Reafirmando el enlace de sus manos, las cuales se encontraban entrelazadas, desde hace horas.*

Noa: no tienes que agradecerme nada, tu estuviste para mí cuando más lo necesite, solo te regreso lo que hiciste por mi.

*Respondió la joven de piel blanquecina con suavidad, al momento que recargaba su cabeza, sobre el hombro de su viejo amigo.*

*Haciendo que el joven universitario se sintiera a salvó, como si pudiera vencer cualquier obstáculo.

Mientras estuviera junto a su vieja y muy querida amiga, llenandolo de un sentimiento de plenitud.

El tiempo pasó a partir de ese momento, en el que ninguno de ambos jóvenes se movía de su lugar.

Solamente se quedaban sentados en sus asientos, mirando el pasar de las horas en el reloj.

Esperando que llegarán a darles cualquier noticia, en una espera que parecía interminable.

Hasta que el sonido de paso resonantes acercándose a ellos, se hicieron presentes en todo el pasillo.

Fue entonces que ambos jóvenes miraron en la misma dirección, solo para ver a la doctora que iba a operar a la joven lilibell díaz.