capítulo 2.

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Una luz que se filtraba por la ventana de la sala, me pegaba directo a la cara, al abrir los ojos los cerré rápidamente para no quedarme ciego- ¡ah! ¿alguien puede apagar el sol?- exclame con pereza.

- veo que estas despierto- escuché su voz que provenía de la cocina. Al respirar profundo noté como olía a comida recién hecha, el estómago me gruño de inmediato.

- Buenos días - dije desde el umbral de la cocina, ella estaba de espaldas a mi, mientras preparaba tocino.

- Buenas días Obito- me respondió con una risilla.

- no me digas que estas preparando lo que creo que es- dije con entusiasmo.

ella asintió- si, es lo que crees que es.

- ah Rin, gracias- exclamé con felicidad, estaba preparando mi desayuno favorito.

- estará listo pronto- anunció.

- okay, ya regreso.

Fui corriendo al baño, abrí el gabinete que hacía de espejo y busqué el cepillo de dientes que guardaba para estás ocasiones donde solía quedarme con Rin, pues no era la primera vez, me lavé los dientes, la cara y observé mi reflejó, no podría considerarme feo, pero no sabia que tan atractivo podría llegar a ser, más si llevo intentando conquistar a una chica por muchos años.

Al volver ella estaba sentada en la mesa esperandome para comer, me sonrió cuando me vió- ya esta servida.

- Muchas gracias- me senté al frente de ella- pan, tocino y huevos revueltos con jugo de naranja, es simple pero maravilloso, me encanta.

- lo se- río ella, yo comencé a comer de inmediato, pero ella no probaba nada.

-¿sucede algo?- le pregunté.

- no...nada- dijo, pero no le creí, si la miraba fijamente sabía que no aguantaría la presión.- no me veas así- se quejó nerviosa, pero después de un minuto se rindió- okay, okay, esta bien, la verdad quería disculparme contigo.

- ¿conmigo?

- si, por lo de anoche, por mi comportamiento.- bajó la cabeza avergonzada.

- no hay problema, dije que seria tu ángel guardián.

- pero de todas maneras, me quiero disculpar.- insistió.

- y yo dije que no hay problema.

- ¿por que haces eso siempre?- preguntó bufando.

- eso, nunca dejas que me critiqué o diga algo malo sobre mi misma.

- ¿en serio?- pregunté, si lo hacía, lo hacía de forma inconsciente, es que realmente me cuesta ver algo malo sobre ella, por lo cual cuando dice algo así solo creo que esta exagerando.

- si ¿realmente no lo sabías?- preguntó no convencida.

- de verdad, no lo había notado.

- bien- y al fin pudo comenzar a comer.- oh, por cierto, mis tíos regresan hoy a Konoha, así que pensaba a ir al aeropuerto a recibirlos ¿me acompañarías?

- ¿bromeas? Por supuesto que sí, es raro que no me hayas dicho antes.- adoraba a sus tíos y a su primito, me recuerda mucho a mi de joven.

- lo olvidé con todo lo de la graduación. Iremos cuando terminemos de comer ¿te parece?

- esta bien, pero para el almuerzo tengo un compromiso.

- ¿un compromiso?- alzó una ceja.

- si...- recordé que quedé con kakashi, pero si le decía ella preguntaría porqué no le dijimos también.- con un cliente de la empresa.

¿sólo Amigos? (Obirin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora