No Pressure. (Camren)

Capítulo 21.

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                                          Toronto, Ontario.

Camila ganó.

Pero fue el partido más difícil que había tenido que jugar en toda su carrera como tenista profesional por muchas razones.

Desde que había hecho acto de presencia en la cancha y no miró a Lauren ni Chris por ningún lado, supo que algo andaba mal... podía presentirlo. Tan sólo reconoció a sus padres y a Simon sentados en primera fila para presenciar el partido.

Partido en el cual todo el tiempo estuvo desconcertada, con miles de preguntas rondando por su mente era incapaz de concentrarse  en el juego.

—Cuando gane el partido, puedo consolarte luego —le había susurrado su colega Angelique Kerber al pasar por su lado, para posicionarse en el otro lado de la cancha.

Por supuesto la Alemana estaba segura en que ella ganaría, hasta ella misma podía sentir que Camila no estaba bien, algo le pasaba. Pero en realidad era algo que le interesaba muy poco, mientras más oportunidades de ganar tuviese, mucho mejor. Iba ganando con un set de ventaja, y si su contrincante —y en ocasiones, la mujer con quien tenía relaciones sexuales— seguía así de distraída: lo lograría.

—¡Concentrate, Camila! —le había gritado osadamente un aficionado a todo pulmón desde las gradas.

Aquellas palabras fueron las que hicieron que ella volviera en sí y dejara de observar cada tres segundos hacia las gradas para ver si Lauren ya había llegado. Pero el partido estaba llegando a su fin, y sabía muy en el fondo que ella no aparecería.

Y no apareció. Y aquello sólo empeoró el estado de Camila, estaba preocupada porque no sabía por qué Lauren ni su mejor amigo aparecieron, estaba preocupada porque entre tantos pensamientos que torturaban su mente, había uno que estaba haciendo añicos su corazón: quizá a Lauren le había pasado algo malo, eso era lo único razonable que pudiese haber pasado para que ella no hubiese asistido a su último juego luego de incluso haberle prometido que iría, de haberle prometido que ella estaría allí en primera fila para apoyarla. Por lo que, luego de que con mucho esfuerzo ganara el partido, hizo lo más breve posible aquella celebración y plática con la prensa diciendo únicamente que pronto prepararía una rueda de prensa porque tendría que dar una información importante, se fue. Así sin más, ignoró todo a su paso, incluso a Simon. Para ella lo único realmente importante en ese momento era saber de Lauren, pues ya había ganado el torneo, tal cual sus padres se lo habían ordenado. Aunque sabía que en lo que se encontrase con ellos, discutirían por su repentina huida.

En camino a su auto, alguien que para nada esperaba ver nunca más y mucho menos en ese momento, se le cruzó en frente.

—¡Ay, quitate de mi camino! —dijo de mala gana, Zayn no se merecía su buena educación.

—¡Qué partido de mierda diste, Camilita! —comentó el moreno con una sonrisa socarrona en su agraciado rostro—. Hasta pienso que sólo ganaste por pura suerte. De verdad... —siguió hablando para él mismo, fingiendo confusión—, no entiendo cómo pudiste ganar. Es que hasta fueron a Tie Break.

—¿Por qué no cierras la boca y te vas al demonio? —sugirió ella, dedicándole una sombría mirada—. Me importa muy poco lo que pienses.

Él rió, para luego decir con el mismo tono de voz lleno de cizaña: