Aferrado a ti

No puedo.

Naruto no dejaba de fastidiar mientras daba vueltas por mi habitación.

-Vamos teme ¿ni siquiera una inocente cerveza? Es tu cumpleaños, no puedes ser tan amargado-

-Estoy cansado Dobe, Itachi no deja de explotarme –

Hace un par de días comencé a trabajar en la empresa de mi padre...como el ayudante de Itachi, vaya mierda. No tengo ánimos de festejar, ni por mucho que hoy sea 23 de Julio, mi cumpleaños.

-No dejaré de insistir Teme – dijo Naruto decidido –

-No tengo ánimos – dije desde mi cama, en donde me encontraba recostado –

Mi teléfono volvió a vibrar...he recibido algunos mensajes de felicitaciones pero realmente ya estoy harto.

-Apaga esa mierda Dobe – dije refiriéndome al teléfono – No quiero hablar con nadie – cubrí mi rostro con una almohada –

El maldito celular seguía sonando, tiré la almohada lejos para poder darle una mirada asesina a Naruto pero él observaba el maldito aparato hipnotizado.

-¿Qué esperas? Apágalo –

Naruto levantó su rostro y me miró fijamente.

-Es...Molestia – dijo mostrándome la pantalla del celular...una foto de Sakura sonriendo a mi lado iluminaba el fondo – Es Sakura –

Me levanté rápidamente de la cama y le arrebaté el teléfono a Naruto...ella estaba llamándome.

-¿Qué esperas? ¡Contesta! – Dijo Naruto haciéndome despertar del pequeño estado de shock en el que me encontraba –

-Hola – fue lo primero que se me ocurrió decir al contestar...-

Estoy seguro que podía escuchar su respiración...ella estaba igual o aún más nerviosa que yo.

-Hola – su voz sonó despacio, como un susurro - ¿Cómo estás? –

Mi corazón comenzó a latir de forma desenfrenada.

-Bien...- no supe que responder –

-Yo...yo dude mucho sobre si llamar hoy pero no podía ignorar este día así como así...no he dejado de pensar en ti...y bien, feliz cumpleaños – Dijo todo tan rápido que casi no logro entender –

Mordí mi puño mientras pensaba en lo que acababa de oír, al parecer ella no esta enfadada.

-Yo – solté un pesado suspiro – tampoco he dejado de pensar en ti, me gustaría que estuvieras aquí hoy –

Cerré mis ojos fuertemente por un instante.

-Espero que te diviertas hoy –

Mierda, no debí haber dicho lo anterior, creo que fue mucho.

-Estoy trabajando en la empresa de mi padre, soy el ayudante de Itachi –

Su risa resonó a través del teléfono y quise llorar. Me acabo de dar cuenta que la extraño más de lo que pensaba...escuchar su risa, dios, ha sido todo...el mejor regalo que pude haber recibido hoy.

-La fantasía de Itachi hecha realidad – dijo entre risas –

-Sí – dije riendo también – Tú... ¿estás bien? –

-Sí, he estado bien – escuché un poco de duda en el tono de su voz – Ya tengo que irme –

No. No quiero que se vaya.