The Sleeping Jotun (Thorki)

Capítulo 10: Final.

Maléfica supo en el instante en el que miró al cielo, que era demasiado tarde, el sol se había puesto.

Había convertido a Diaval en un corsel para llegar rápidamente a salvar a Loki, hasta había conseguido por el camino al muchacho de cabellos rubios y ojos azulados, este se encontraba adolorido en el suelo por el golpe que se había dado al caer. Lo primero que pensó ella fue que sin duda tendría que llevarlo con Loki.

Decidida en que no permitiría más retrasos, lo sumergió en un sueño profundo y lo llevaba consigo como un muñeco flotante.

Tal vez ese príncipe encontraría alguna manera de hacer que el pelinegro despertara, después de todo, ella sabía del sentimiento que le profesaba y aunque no resultara para despertarle, decidió que lo mejor era igual llevarle.

Uno de los soldados al entrar en la habitación encontró al joven príncipe tendido en el suelo y con sangre emanando de uno de los dedos de sus manos. Lo levantaron y a continuación el rey ordenó con tristeza recostarlo en una cama con muchos adornos y flores. Si tan sólo el rey conociera de verdad a su hijo, hubiera sabido que detestaba ese tipo de cosas. Aún luego de lo que pasó no podía sacarse de la cabeza la idea de derrotar de una vez por todas a la bruja desalmada que había hechizado a su heredero, así que no pasó un largo rato antes de que su mente estuviese ocupada con estrategias en otro lugar, dejando solo al chico reposando en aquella majestuosa cama.

Tan enfermo de venganza se encontraba el rey que no notó cuando Maléfica apareció cuando todo estaba oscuro y luego de haber atravesado la seguridad del castillo, por una entrada distinta, teniendo que evadir el hierro a toda costa, en la sala dónde el joven chico descansaba, con el príncipe asgardiano aún en el aire; cuando logró depositarlo en el suelo lo hizo despertar.

Lucía confundido y algo mareado, estuvo a punto de caerse un par de veces hasta que finalmente recuperó el equilibrio aun sin estar seguro de dónde estaba.

-Estás en el castillo de Jotunheim. -Respondió Maléfica como si hubiese estado leyendo sus pensamientos. Thor pensó que tenía que tener más cuidado con lo que pensaba. -Allí está. -Señaló hacia lo que había a espaldas del joven.

Él supo al instante de qué se trataba y volvió por fin a la realidad, se dio la vuelta lo más rápido que pudo y pudo mirarlo; apacible, silencioso y al mismo tiempo, seguía luciendo turbulento, como normalmente era. Su cabello estaba más ondulado que de costumbre y su rostro jamás había sido realmente angelical hasta ese momento.

Se acercó nerviosamente hacia el chico, quien seguía estando sumergido en el tormentoso sueño. Lo admiró por unos largos segundos para luego voltear y hacer una simple pregunta.

-¿Qué hago? Sé que algo tengo qué hacer, he escuchado la historia, hay una manera, sólo no la recuerdo. -Aseguró, dispuesto a cualquier cosa.

Maléfica dudó responder aquella pregunta. Sabía, sin duda, lo capaz que era el joven de acabar con su vida para que Loki despertara, pero también estaba segura de que a pesar de haberlo negado un millón de veces, el menor sentía algo muy fuerte por éste y no soportaría saber que Thor se hubiese arriesgado así por él.

El blondo comprendió por el silencio de ésta que a pesar de que lo sabía no pensaba decírselo.

Mientras tanto, las tres hadas no dejaban de dar vueltas por la cabaña preguntándose dónde estaría el joven y estando completamente seguros de que donde estuviera, ya el hechizo habría de haber actuado sobre él.

Fenris había regresado corriendo a la cabaña luego de pasar un rato afuera del castillo y que su amo simplemente no saliera. Loki nunca dejaba al lobo solo por mucho tiempo si no era para dormir en las noches. Esto sin duda preocupó de gran manera al animal.