CAPÍTULO 54

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— Yo los dejo, tengo que ir a bailar con las señoritas —dice rápidamente y se va.
— ¿Savanah? —pregunta molesto— Pensé que habías pasado desapercibida.
— Hablemos en otro lugar —susurro y vamos a su despacho.
— Anda, habla —se cruza de brazos— dime porque no me dijiste nada de eso.
— Hice cosas en el pasado de las que me arrepiento y no quería que lo supieras por eso, te hablaré más de ello cuando esté lista; era una caza recompensas, todos en la manada lo éramos y el reloj que ese Alpha llevaba permanecía a un Alpha de Canadá, no se como termino en Rusia, pero el Alpha Damián pagaba demasiado por encontrar ese reloj, era una reliquia familiar y así que hicimos un plan para robárselo, era la mejor haciéndolo así que cuando estaba ebrio lo invite a un trago y fingí que me interesaba su camisa para poder quitárselo.
— Seguro por eso te buscan los vampiros —suspira— por favor no vuelvas a mentirme, no puedo ayudarte si no se en que estás metida.
— Lo siento —lo abrazo y de inmediato corresponde— no quería que lo supieras porque no fue una de las mejores etapas de mi vida, pero te lo contaré todo, solo que ahora no estoy lista para decírtelo.
— Lo comprendo, dímelo cuando te sientas preparada —responde. Seguido de esto besa mi frente y así nos quedamos por un rato.

[...]

La fiesta aún no terminaba y todo había ido bien, Abraham y yo bailamos, nos tomamos fotos, bebimos, brindamos y bailamos de nuevo pero la fiesta seguía, y parecía no querer llegar a su fin.
— Ya quiero que termine la fiesta —susurro y capturo sus labios. Tomo su cuello para profundizar el beso y siento como él me toma por la cintura.
— Ya entiendo porque —ríe— yo también lo quiero, pero aún no es hora.
— Digamos que terminó y ya —susurro y besa mi marca.
— No podemos hacer eso —gruñe— deja de provocarme muñeca, que si salgo ahora mismo todos sabrán que hacíamos en mi despacho.
— Nadie está atento a nosotros —digo de manera seductora mientras juego con los botones de su camisa y su respiración se vuelve más pesada.
— Dejemos esto para más tarde —jadea— no debemos dejar a nuestros invitados, tenemos que regresar.
— Pero yo no quiero regresar —hago un puchero— puedes decir que la fiesta terminó porque mañana será un largo día y debemos descansar bien.
— Tu y yo sabemos que es una gran mentira —ríe— y si sigues provocándome será una larga noche para ti cariño.
— No es una mentira —rio— o al menos no del todo, porque tú y yo tenemos que investigar porque los chupasangre me buscan.
— Yo pienso que le robaste a alguno de ellos algo y te buscan, solo espero que no venga un maldito esperando a que te comparta —rueda los ojos.
— ¿Cómo que compartirme? —pregunto y suspira.
— Hace unas semanas estuvo aquí un vampiro que aún no encuentra a su Tua Cantante, el te vio y tal vez tú sangre llamó su atención y ahora te quiere para él.
— ¿Qué? —pregunto sorprendida.
— Un Tua Cantante es como...
— Se lo que eso es, pero ¿Cómo que me quiere para él? ¿Es eso acaso posible? —mi confusión a llegado a un límite extremo, ya no se en que creer.
— Han habido casos donde una persona es Mate de un lobo y Tua Cantante de un vampiro, pero si piensa que voy a compartirte está loco —ríe— tú eres y siempre serás solo mía.
— El mundo es extraño, pero no quiero a nadie más que a ti, no me importa si mi sangre lo llama, porque soy tuya —sonrío y toma mis manos.

END OF THE DAY  ||A.M||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora