Capitulo 32

1K 70 5
                                    

Sentí un dolor horrible en mi columna, moví un poco mi cuerpo, y me dí cuenta de que estaba tirada en el suelo. Y todo mi cuerpo se sentía como si me hubiese quemado en el horno, estaba muy adolorida y no éra capaz de moverme.

Mi memoria trataba de recordar lo que había pasado hace un momento, y el miedo se apoderó de mi mente, me habían secuestrado... y no quería saber de quién se trataba.

Estaba tan asustada, más que aquella vez que trataron de violarme en el callejon hace tiempo... Erick.

Me sorprendí un poco que pensara en Erick cuando estaba en una situación que necesitaba a alguien. En verdad amaba a Erick, aún más de lo que amaba a Brandon, la verdad dolía.

De repente, sentí una pequeña patada en mi estomago, traté de no abrir mis ojos, no quería ver la cara de las personas que se encontraban ahí.

- ¿Está despierta?.- preguntó una voz desde el pasillo.

- Todavía no.- otra voz cerca de mí respondió.

- Bueno, despertará en un momento, la inyección solo dura 2 horas y media.- dijo el chico del pasillo.

- ¿Encontraste a Erick? .- preguntó el chico que estaba cerca de mí.

Erick...

- Aún no, le irá mal al imbecil cuando lo vea.- dijo el otro chico.

Traté de no emitir ningun sonido o tratar de escapar, ésos chicos me habían traído hasta aquí. ¿Los habrá enviado Erick?. Entonces una palabra llegó a mi mente, NO. El habría ido por mí por él mismo.

- ¿Qué le pasara a la chica?.- preguntó el chico que estaba cerca de mí. Hubo un poco de silencio.

- Morirá hoy en la noche, cuando encuentre a Erick. -Entonces supe lo que iba a pasar, íba a morir.

Muerte...

Mi cuerpo casi me obligaba a gritar y salir corriendo, nunca me íban a encontrar, entonces un sentimiento se apoderó de mí, preguntandome... ¿A quién le importaría si muero? No debo de temerle a la muerte, es solo el principio de un pacífico descanzo.

De repente me dí cuenta de que no escuchaba a nadie más. Miré de reojo y ví que la habitación estaba vacía. Lentamente me levanté, miré alrededor... estaba en una cochera vacía. Busqué alrededor por algo que me pudiera ayudar... pero no había nada.

- Hola nena.

Giré mi cabeza bruscamente, lo cual me dolió, y ví a un chico de pie recargado contra la puerta, él no traía mascara. Su voz me decía que él era el chico que estaba en el pasillo, el mismo que dijo que íba a morir. Tenía cabello castaño obscuro y estaba casi igual de largo que el de Erick.

Caminé hacia atrás un poco, topé con un mostrador, él me sonrió con maldad. No éra tan grande de edad, se veía alrededor de los 20.

- Creo que tu nombre es... __.- me dijo. Yo no contesté, entró y cerró la puerta, mi corazón latía con fuerza cuando ví que la cerró con seguro. - No te asustes, nos vamos a divertir un rato.

Me miraba de arriba hacia abajo mordiendose los labios y lamiendolos un poco, mientras hacía una cara totalmente disgustante. Me quedé inmovil, entonces mi mano se encontró con un objeto de metal que había sobre el mostrador. Éra un desarmador.

~ Narra Erick ~

Estaba casi llegando a la casa. Mi plan no funcionaría muy bien, necesitaba estar dentro de la casa para que funcionara. Me agaché y me acerqué, mientras pensaba en todas las respuestas aún antes de que comenzara a preguntarme cosas.

Seguramente __ estaba en la cochera, esos bastardos estaban alrededor de la casa revisandola y buscandome. Todas mis armas estaban escondidas alrededor de la casa, esperándome para que las encontrara. Llevaba una pistola con silenciador, ví derepente a mi primera víctima, había olvidado su nombre.

Corrí rápido y sin hacer ruido hacia él, saqué mi navaja y la clavé en su cuello, el marica gritó. Terminé con su vida y lo arrastré hacia la esquina y lo escondí de manera que no se viera, lo escondí en los arbustos y regresé a lo mío.

Tenía que matar aquellos bastardos con mi navaja, no quería que Luis me viera y en ese momento matara a __. Pero presentía lo que íba a hacer, estaba segura que íba a matar a __ ante mis ojos.

Pasaron unos segundos, y mi coraje aumentó tanto que me dió las fuerzas suficientes para matarlos a todos.

Ya había matado dos más sin nisiquiera darme cuenta, los escondí y entré a la casa. De repente ví un puño, alguien me había sacado el aire, corrí hacia el chico y lo maté, él cayó al suelo. Abrí la boca para tomar un poco de aire, y poco a poco volví a respirar. En ese momento escuché un grito que venía del garage... ¡__!

~~ Narra __ ~~

Le clavé el desarmador que había tomado hacia su pecho cuando estaba a escasos centímetros de mí. Se lo clavé y ahora estaba inmovil mientras me deshacía de sus brazos. De repente se arrancó el desarmador de su pecho, no había sangre, traía puesto un chaleco.

Su rostro ahora se veía más furioso y comenzó a ir detrás de mí. Corrí hacia la puerta, quitandole el seguro.

- ¡Perra!.- me gritó.

Me tomó por atrás y grité con fuerza, me golpeé con la puerta. Él me tiró al suelo, grité tanto que sentí un dolor en mi espalda que se recorría hasta mi cabeza. Él solo se reía, y yo traté de arrastrarme en el suelo.

Me tomó de mis caderas tomando mis pantalones y se acercó a mí, grité otra vez y de repente escuché disparos. El tipo trataba de bajarme mis jeans, pero se detuvo cuando los escuchó. Se levantó rápidamente y caminó hacia la puerta. Se asomó hacia afuera y regresó hacia el garage dejando la puerta sin seguro. Me agarró del cabello arrastrandome hacia el centro del garage.

Me acercó más hacia él y me susurró al oído.

- Lo verás por última vez...- fué lo que me dijo.

Sentí mis ojos derramar lagrimas, entonces ví que la puerta se abrió, mi cuerpo estaba paralizado con anciedad. Lo quería ver, tan siquiera por última vez.

Mi cuerpo estaba quieto, y podía escuchar a mi corazón latir fuerte contra mi pecho........

Enamorada de un Asesino. -Erick Brian Colon. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora