Enamorada de un Asesino. -Erick Brian Colon. TERMINADA

Capitulo 51

  ~ Narra Erick ~

Me despertó un ruido fuerte, inmediatamente abrí mis ojos recordando lo que había pasado la noche anterior con __ dormida en mis brazos.

Busqué mi pistola y la encontré, la agarré. Luego me dí cuenta de que el ruido no había provenido de aquí adentró.

Busqué el walkie talkie, me tensé, con cuidado moví a __ mientras dormía con una sonrisa en su rostro.

- ¿__?.- le susurré. Ella parpadeó y se talló los ojos.

- ¿si?

Se despertó y luego me miró, me levanté y tomé su ropa y se la dí. __ se dió cuenta de lo que me refería y se vistió rápido. Me puse mis boxers y mis pantalones. Me asomé con cuidado hacia afuera y ví sigilosos movimientos... teníamos que salir de aquí.

- __ escúchame bien, quiero que te quedes aquí hasta que venga por ti.- le dije. La abracé mientras élla se asomaba, salí de ahí hacia las escaleras y ví unas sombras pasar por las ventanas. - ¡Mierda!.- exclamé.

Me dí la vuelta hacia la cocina, dejé las demás cosas arriba con __ pero tenía mi pistola conmigo. Me arrastré por el suelo mientras me asomaba sigilosamente hacia afuera.

Varias figuras desconocidas caminaban al rededor de la casa y vi a una de ellas preparar una bomba, rápidamente me arrastré hasta llegar al garage.

Tenía que hacer algo rápido, llegué al garage, estaba oscuro, llegué y pise el temporizador en el garage, sonaría en 3 minutos.

Cerré la puerta para entrar a la casa, abrí la otra puerta de la cochera para salir, me arrastré por los arbustos de alado, no había ningun carro a la vista... no había plan A.

Conté a los hombres, y en total éran 6.
6 profesionales, se podría decir que se repartieron el trabajo, unos analizaban todo, caminaban por los lados mientras dos de éllos preparaban la bomba, yo la desactivaría una vez que haya acabado con éstos.

De repente, la puerta del garage se abrió, los hombres sacaron sus pistolas y dispararon, de repente dejaron de mirar al rededor, entraron y yo corrí hacia dentro antes de que cerrarán, entre arrastrándome, todo éra obscuro.