𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐀 |𝐑𝐢𝐜𝐤 𝐅𝐥𝐚𝐠|

21

Caminé nervioso hasta la habitación que compartía con Electra para poder decirle todo lo que siento por ella.

— Nadie te volverá a lastimar preciosa — Oí la voz de Boomerang — Yo no dejaré que nada te suceda.

— Te lo agradezco Cap — Fue impulso pero entre a la habitación sin tocar —.

— No hay de que...hey Flag — Dijo Boomerang sonriendo —.

— Siento interrumpirlos — Dije serio —.

Estaba ¿Celoso? Si definitivamente lo estaba. Me cruce de brazos y mire seriamente a Boomerang, él solo nego riendo y se levantó de la cama.

(Ejemplo)

— Bien parejita feliz, los dejo solos — Me da una palmada en la espalda antes de salir de la habitación —.

Cuando Boomerang se fue cerré la puerta y me acerque a Electra quien no había dejado de observandome desde que entre.

— Flag...— La detuve antes de que prosiguiera —.

— No, ahora escúchame a mí — Se sorprendió un poco — Ya he pasado por muchas cosas en mi vida, y en este tiempo ya necesito tener un poco de tranquilidad y felicidad, pero la única que me puede dar eso y mucho más eres tú — Se sonroja — Te quiero Ele y no dejaré que te sigas torturando de esa manera, lamento lo de tus padres en serio pero a ellos no les gustaría que su hija siga sufriendo y mucho menos por un pasado — Iba a hablar pero la volví a detener — Por favor Ele ambos nos podemos ayudar

Ella solo soltó un suspiro para luego sonreí y acercarse a mí para besarme.

— También te quiero Flag — Dijo acariciando mi mejilla —.

➡️Narra Electra⬅️

— Así que estabas celoso de Boomerang? — Pregunte mientras lo miraba con diversión —.

Ambos caminabamos con nuestras manos entrelazadas hacia el pueblo.

— Que estaba haciendo él ahí? — Reí —.

— Me vio llorando y se preocupó como un buen amigo que es solo eso — Dije con normalidad — Pero tu rostro al entrar a la habitación fue muy graciosa — Reímos —.

— Okay si estaba celoso — Le sonreí con ternura —.

Estuvimos hablando de tonterías hasta que llegamos a una tienda para comprar algunas cosas para la casa y más comida.

— Ire por algunas herramientas — Dijo Rick caminando hacia unos estantes con herramientas —.

Decidí buscar la comida que faltaba mientras él buscaba otras cosas.

— No puede ser, es ella — Oí unos murmullos —.

— Estas demente mamá, claro que no es ella — Intente enfocarme en lo mío y no ponerle atención a esas voces —.

— Si la reconozco es idéntica a su madre. John ven un momento, es ella es Kendall — Al oír mi nombre voltee para ver de quien se trataba —.

Ví a una mujer junto a un hombre y dos chicos de casi de mi misma edad que me observaban, la mujer se me hacía familiar pero no recordaba donde la había visto. Tome rápido unas cosas y salí a buscar a Rick.

— Ya tengo todo, vámonos — Dije y Rick tomo lo último para luego ir a pagar —.

— Te sientes bien? — Me pregunto —

— La mujer y los tres hombres que están con ella acaban de decir mi nombre — Mire de reojos a las personas que aún me estaban observando —

Rick volteo disimuladamente hacia la dirección donde se encontraban esas personas y luego volvió a mirarme.

— Los has visto alguna vez?

— La mujer se me hace familiar pero no recuerdo de donde — Ahí me preocupe un poco — Y si eran ayudantes de Robert y me están buscando? — Lo mire con preocupación —.

— No, tranquila no creo que lo sean, sino ya hubiesen actuado — Me tomo de la cintura — Y recuerda, no dejaré que nada ni nadie te haga daño — Lo mire a los ojos — Entendido?

— Sí — Beso mi frente — Hay que irnos — Él asiente y tomamos nuestras cosas para irnos —.

— Ven, iremos por otro camino para que no nos encuentren — Dijo y fuimos por la otra calle —.

Al salir del pueblo voltee repetidas veces para asegurarme de que nadie nos estuviese siguiendo, cuando estuvimos cerca de la casa logré relajarme.

— Le avisaré a los chicos que...— Lo interrumpí —.

— No! Es mejor que no, no nos han seguido así que no creo que nos encuentren. No quiero que se preocupen por nada, así que mientras no pase nada no le diremos.

— Esta bien, pero de todas formas no vuelvas a salir sola como hoy en la mañana está bien? — Asentí —.

Aun así no podía dejar de pensar en quienes eran y de dónde me conocían, solo rogaba de que no fueran de la organización de Robert.