Bubblegum

Capitulo 10 (Bonnibel)

La noche apenas había comenzado cuando el lugar se llenó completamente de gente interesada por escuchar buena música y poder disfrutar de unas cuantas cervezas mientras se olvidaba de sus problemas.  

Bonnibel, por lo contrario... solo estaba ahí por su amiga, Marceline.

Aclaremos algo primero, todo comenzó momentos después de haberle preguntado ser su novia; Marcy estaba tan nerviosa e insegura que decidió que es mejor tomar las cosas con calma y que comenzaran con ser amigas. Y Bonnibel no tuvo mas remedio que aceptar su petición a regañadientes.

Que frustrarte, ¿no?

Ahora, Bonnibel se encontraba sentada en una mesa cualquiera del lugar bebiendo un vaso de licor que le había dado Marceline antes de irse al Back Stage y practicar un poco antes del show de la noche, show que era muy popular entre la gente que frecuentaba el lugar.

Y a pesar del aburrimiento inmenso que sentía, no dejaba de pensar en el momento en que todo terminara y poder hablar tranquilamente con Marceline sin tener que esperar sola y aburrida.

Cerró los ojos, cansada de tantos sentimientos revolviéndose en su interior mientras da un sorbo a su bebida.

Hace una mueca de asco.

Después de años bebiendo, aun no se ha acostumbrado al sabor.

Cuando abre los ojos, ve a lo lejos que una joven rubia muy, pero muy conocida que se acercaba hacia su mesa.

—¡Fionna! —dice Bonnibel, sorprendida cuando la chica se sienta a su lado—¿Qué haces aquí? ¿No eres menor de edad? —pregunta notablemente confundida y preocupada.

—Hola a ti también, Bonnibel —Dice con una sonrisa traviesa, para luego dar un trago a la soda que tiene en mano—Y tengo 17 años, no soy una niña pequeña que tiene que ser cuidada.

—Lo sé, solo es que... wow — dice sorprendida—no sabia que frecuentabas estos tipos de lugares.

—Estas en lo correcto, no lo hago —hace una mueca— Pero Marceline me dijo que viniera para que te acompañara —se recarga en la silla— tenia miedo de que te aburrieras estando aquí sola y te fueras. Yo de dije que nunca harías eso, que tu no eres ese tipo de persona —suspira—  Pero no me hizo caso, y me obligó a estar aquí —Hace un puchero— ¿No es eso injusto? ¡Extraño tanto mi cama! —se queja llorando falsamente.

Bonnibel parpadea otra vez, borrando cualquier idea romántica de su mente.

—Cierto, olvidaba que tu también eras amiga de Marceline —dice mas para si misma que para Fionna. 

La chica le mira extraño.

—¿También? ¿No son ya novias? —deja la soda en la mesa—¿No se habían confesado su amor incondicional y eterno, y toda esas mamadas que hacen las lesbianas cuando están en la intimidad? —dice notablemente sorprendida.

Bonnibel se pone roja.

—No — dice nerviosa —Es solo que... decidimos empezar como amigas, eso es todo.

"Sí... decidimos, claro" pensó agria.

Fionna gruñe.

—Al parecer mis intentos no fueron suficiente —recarga sus codos en la mesa—. Para la próxima, planeare todo mejor.

Bonnibel levanta su ceja.

—¿Planes? ¿De que hablas? —pregunta sin entender.

—Oh, mira —apunta hacia el escenario evitando la pregunta— Ahí viene tu amiga —dice enfatizando la ultima palabra con una sonrisa burlona en el rostro.